Veinte minutos interminables en las JMJ
Fue la única ocasión en los cuatro días de las J.M.J. que S.S. Benedicto XVIII se retrasó. Desde las doce una riada interminable de jóvenes iba llegando a pie al aeropuerto militar de Cuatro Vientos, en las afueras de Madrid. A las 18 horas los diez kilómetros cuadrados destinados a la magna concentración juvenil estaban ya llenos, se había superado el millón de personas y la única entrada de acceso al recinto había sido cerrada.
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