El 26 de julio se cumplió el 58º aniversario de la muerte de Eva Perón. Con ese motivo nuestro compañero Armando Rubén Puente, corresponsal de la agencia AICA, escribió el siguiente artículo que fue difundido por varios medios argentinos.
Entre octubre de 1946 y marzo de 1947 el régimen franquista desarticuló el aparato político y militar del PCE que operaba clandestinamente en el centro de España. Los dirigentes de la guerrilla y los del aparato de propaganda del partido, que debían reunirse en un vagón de ferrocarril situado en vía muerta en la estación de Talavera de la Reina, fueron sorprendidos por la guardia civil. Algunos de los ellos, como el comandante «Carlos» Jesus Bayon y Manuel Tabernero, jefe de la Agrupación de Gredos, murieron en la emboscada; otros como José Antonio Llerandi y Agustín Zoroa, lograron escapar, pero fueron detenidos mas tarde en Madrid. La policía localizó en Madrid tres imprentas y una radio-emisora instalada en el barrio de Ciudad Lineal, con la que la organización clandestina se comunicaba con la dirección del partido, que estaba en Toulouse. Frente a la delación de alguno, como Antonio del Rey, los ciento veinte hombres y mujeres detenidos resistieron las torturas y malos tratos a que fueron sometidos en los interrogatorios, e incluso prefirieron suicidarse, como hizo Sanchez Biedma arrojándose a las vías del Metro en la estación de Anton Martin. La historia oficial del PCE ha silenciado estos hechos porque la moral del partido rechaza la traición o el suicidio.
Agustin Zoroa, jefe del aparato de agitación y propaganda y Lucas Nuño , detenidos en noviembre, fueron juzgados por un consejo de guerra el 19 de diciembre y tras ser condenados a muerte ejecutados diez días mas tarde.
Entre los catorce condenados a muerte de aquel largo centenar de detenidos, figuraba una mujer, Juana Doña, enlace entre la guerrilla y el Buro Politico. Nacida en Madrid en 1918, había ingresado en las Juventudes Comunistas a los 15 años y durante la guerra civil integrado la dirección provincial de las JJCC y de la Agrupación de Mujeres Antifascistas. Terminada la guerra fratricida fue detenida en diciembre de 1939 cuando trabajaba en la reorganización del partido en Madrid y amnistiada en 1941, reincorporándose a la lucha clandestina e integrando el comité provincial de Madrid a partir de 1944.
El 8 de junio de 1947 llegó a Madrid María Eva Duarte de Perón, en el inicio de un viaje oficial por seis estados europeos. Desde su juventud Evita había oído hablar de la guerra civil, primero por un anarquista español que despertó sus primeras ideas políticas, y luego por sindicalistas de la UGT y la CNT exiliados en Buenos Aires, que habían contribuido a crear la CGT y convertirla en la mas poderosa central obrera existente en América y columna vertebral del peronismo. Con maestros o referencias como aquel anarquista y aquellos socialistas y cenetistas españoles, Evita estaba lejos de simpatizar con el comunismo, pero cuando supo de la condena de Juana Doña no dudo de pedirle a Franco que la indultara: se trataba de una mujer y de una mujer que había luchado por la clase trabajadora. Y de este modo Juana Doña vino a serla última mujer condenada a muerte e indultada por Franco. La pena capital le fue conmutada por la de treinta años.
Dieciocho años después Juana Doña recuperó la libertad y viajó a Francia. Los años pasados en las cárceles, que ha relatado en forma novelada en dos obras, le habían hecho reflexionar y distanciado de la dirección del partido que poco después entraba en una profunda crisis, motivada por la interpretación de lo que había sido y era la lucha contra la dictadura franquista. La oligarquía española había conseguido vencer en una guerra y fortalecerse en la postguerra ; frente al anquilosamiento del régimen se requerían una nueva estrategia y nuevos procedimientos tácticos. Juana Doña, que desde su juventud había sido una comunista radical viró hacia el maoismo, al igual que una minoría de militantes del partido y participó en la creación del Partido Comunista de España marxista-leninista, que luego se convertiría en Partido Comunista de los Pueblos de España .
En el intermedio de una de las reuniones de este partido, la entrevisté en el Madrid postfranquista y le pregunté por qué nunca se había referido a la decisiva intervención de Eva Perón en su historia. Juana Doña me contestó fríamente: «Aquellos meses de 1946 y 47 fueron los de mayor auge de la lucha armada contra la dictadura franquista. Una historia con muchos mártires y héroes de la causa del pueblo y algunos traidores y burócratas». Ni siquiera pronunció el nombre de ninguna aquella a quien debía su vida.
Juana Doña murió a los 92 años, María Eva Duarte de Perón a los 33. Juana Doña, a la que sus seguidores la recuerdan como «la segunda Pasionaria», forma parte de la compleja historia del comunismo español. La figura política de Evita sigue sin estar aun claramente definida entre los españoles. Evita no gozó de la simpatía del general Franco ni de los ministros y altos funcionarios que lo rodeaban. Martinez Campos ironizó en ABC en los días de su visita sobre «el culto naciente a la Dama de los Descamisados», considerándola «ideológica y políticamente peligrosa». Hoy, los herederos de la ultraderecha franquista al igual que los de la ultraizquierda que encarnó Juana Doña, sigue rechazando a «la Perona», aquella mujer que imponía demoras al barroco protocolo del régimen para mezclarse en los suburbios de Madrid, de Sevilla y de Barcelona con el pueblo y que decía en sus discursos, en aquella España, que «hay que luchar mientras haya un solo derecho conculcado» .
Estimado colega, alguna precisión a tu artículo.
Juana Doña no fundó el PCE(ml) sino que se unió a él a su salida de la cárcel a principios de los años setenta, y militó en la clandestinidad en las filas del FRAP hasta finales del 76, en que abandonó PCE(m-l)-FRAP junto a varios centenares de militantes y simpatizantes descontentos con la dirección y disconformes con el lanzamiento de la lucha armada en 1975.
Junto con un numeroso grupo de dirigentes y militantes ex-FRAP se incorporó entonces a la ORT, donde militó algún tiempo antes de retirarse de la actividad política.
Yo la conocí bien y compartimos en 72-73 actividades clandestinas y revolucionarias.
Casualmente, estoy escribiendo la historia del FRAP para publicar un libro próximamente.
Saludos, jcd
Estoy muy interesado en su libro sobre la historia del FRAP.Le agradeceria me haga saber uando se edite para intentar localizarlo.
por otro lado le puede interesar leer el trabajo de Lorenzo Peña.
Un saludo