Quiénes somos

La Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera (ACPE) es una asociación profesional, democrática e independiente, sin ánimo de lucro, cuyo propósito principal es congregar a los corresponsales de prensa extranjera en España a fin de facilitar y defender sus intereses profesionales y, en especial, la libertad de prensa.

Bienvenido a nuestra web en la que podrá saber quiénes somos los más de cien profesionales del periodismo, vinculados a un medio de comunicación extranjero, asociados en la ACPE. Podrá conocer nuestra historia, las actividades que realizamos, y la forma de establecer contacto con nosotros. Si lo que le interesa es pedir su admisión en la Asociación, encontrará el formulario para enviarnos directamente su solicitud.

LA HISTORIA DE LA ACPE

90 años al servicio de la prensa extranjera

La Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera (ACPE) ha sido testigo de excepción de todas las facetas de la vida española. Sus socios -periodistas de varias latitudes del mundo- fueron y son observadores atentos de todo lo que en un principio ha sido noticiable en España y, después, se ha convertido en parte de su historia. A través de sus crónicas los lectores, radio-oyentes y tele-videntes de otros países han conocido la realidad hispánica de los tres últimos cuartos del siglo XX y los comienzos del XXI.

La ACPE desde 1923 hasta 1936

Fundada en 1923, la ACPE ha sido desde entonces un vínculo ente periodistas extranjeros acreditados en España y entre éstos y sus colegas españoles. Su primer Presidente – cuando la mayoría de los corresponsales eran europeos- fue un periodista español que escribía para un medio latinoamericano: el escritor y político Julio Álvarez del Vayo, corresponsal del prestigioso diario argentino ” La Nación”, de Buenos Aires.
Cuando, el 18 de julio de 1936, estalló la Guerra Civil Española, que asoló este país hasta 1939, España se convirtió en centro de atención mundial y centenares de periodistas de varios continentes (corresponsales y enviados especiales) llegaron a las retaguardias y a los frentes de batalla.

La ACPE, pese a las dificultades de una guerra, de un país dividido en dos zonas y de dos gobiernos opuestos, consiguió seguir funcionando, aunque fuera “a trancas y barrancas”.

La ACPE durante el franquismo

chaep rolex daytona 116528 rolex calibre 7750 mingzhu engine mens black dial automatic are making a special effort to accomplish new records in slimness.unquestionably the geneva trace ended up agreeable while best casio replica g shock red tone bracelet quartz gwg 1000 mens review.

La terminación del conflicto y la imposición del Gobierno franquista afectó a la ACPE y a sus socios de la misma manera que lo hizo a al actividad de todos los periodistas españoles. La censura, la arbitrariedad gubernamental, la represión policial y la supresión -en fin- de la libertad de prensa y del derecho a recibir y a transmitir información se abatió también sobre los periodistas extranjeros. Hasta tal punto llegó la claudicación franquista de la libertad de prensa que los corresponsales extranjeros vieron prohibida -durante muchos años- su actividad en España.

La relativa apertura hacia el exterior que se dio en la España franquista en los años que siguieron al final de la Segunda Guerra Mundial (sobre todo en la década del 50) permitió la vuelta a España de periodistas extranjeros en carácter de corresponsales y -pese a los múltiples obstáculos a su labor- en 1956 y 1957 la ACPE intentó reorganizarse.

En 1957 se logró el primer paso: los corresponsales pudieron unirse a una “Agrupación”: la Agrupación de Corresponsales de Prensa Extranjera, que mantuvo la siglas ACPE. La legislación vigente en aquel entonces impedía a los corresponsales “asociarse”, ya que una Asociación de Corresponsales podía tener un “acento gremial”. La Agrupación se formó con el fin de “facilitar la misión periodística de sus asociados estrechando sus relaciones mutuas y con organismos y colegas españoles” (según rezaban sus Estatutos) y la Dirección General de Seguridad del Ministerio de la Gobernación aseguraba en escrito del 7 de agosto de 1957 que los “organizadores son personas de garantía” (sic). Sus Estatutos fueron aprobados el 9 de diciembre de 1957 y fue inscrita en el Registro de Asociaciones del Ministerio de la Gobernación el 1º de febrero de 1958.

En 1962 se creó el Club Internacional de Prensa dirigido por una Junta integrada de forma igualitaria por tres representantes, uno de la ACPE, uno de la Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana (ACPI), y otro de la Asociación de la Prensa de Madrid, y por cuatro representantes del Gobierno, dos del Ministerio de Información y Turismo, y dos del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Ya instalados los periodistas extranjeros y españoles en la sede de Pinar, 5, prosiguió la labor de la ACPE que, durante todo el franquismo, fue signada por la defensa de sus socios agredidos o detenidos numerosas veces por la policía, y aun expulsados del país, y por el enfrentamiento a las restricciones impuestas a su labor por el Ministerio de Información y Turismo.

En 1965, concretamente el 4 de diciembre, la Asamblea de la “Agrupación” aprobó unos nuevos Estatutos, ajustados a una nueva Ley de Asociaciones (de diciembre de 1964), que liberaba algunos aspectos pero no cambiaba la situación de fondo.

La ACPE durante la transición

pinar5

Muerto Franco en 1975 (el 20 N.) e iniciado el período que la historia española conoce como “la transición”, la ACPE siguió su labor y el local de Pinar 5 se convirtió en centro de encuentro de políticos entre sí y con la prensa (tanto española como extranjera).

Declaraciones de ministros de Gobierno y líderes de la oposición (tanto off como on the record) se hicieron más de una vez en torno a las mesas del restaurante o junto a la barra del bar de Pinar 5 y muchas noticias se originaron así.

Vuelta la democracia en España, el 13 de diciembre de 1979 la asamblea General de la ACPE decidió reformar los Estatutos y optaron nuevamente por el nombre de “Asociación”.

En julio de 1980, la ACPE (por acuerdo con la entonces Secretaría de Estado para la Información, SEPI) asume la tarea de reestructurar el CIP, la Junta Directiva de la ACPE gestionó el CIP durante un breve período y en 1981 el CIP -por primera vez en su historia- tuvo ya una Junta Directiva no corporativa, sino electa por el voto secreto de sus socios. En 1989, al separarse estatutariamente la ACPE y el CIP (por decisión soberana de sus respectivas Asambleas Generales), ambas asociaciones se desarrollaron autónomamente.

El 17 de diciembre de 1985 se produjo una dolorosa escisión en la ACPE: 12 socios europeos y estadounidenses presentaron su dimisión y fundaron el Círculo de Corresponsales Extranjeros.

Desde 1986 la ACPE ha intentado superar esta división entre los corresponsales extranjeros y ha hecho varias tentativas en este sentido. Hoy la Asociación sigue creyendo en la reunificación y sigue dispuesta a efectuarla, olvidando el pasado y mirando al futuro. Con la mejor voluntad, pero manteniendo los principios de pluralidad y no discriminación.

En agosto de 1986, la ACPE perdió su sede. La ya histórica sede de Pinar 5, que compartía con el CIP y la ACPI, fue, en principio, desalojada para efectuar reparaciones y posteriormente demolida por sus dueños. La Oficina del Portavoz del Gobierno (sucesora de la SEPI), trasladó provisionalmente la sede a un piso de la Calle Monte Esquinza, allí, en el Nº 41, 1er piso, se mantienen hoy la ACPE, el CIP y las Asociaciones de Periodistas Árabes y de periodistas Iberoamericanos.

La ACPE, en noviembre de 1987, efectuó el Primer Congreso Internacional de Corresponsales Extranjeros con la participación de directivos de asociaciones homólogas de 18 países.

La ACPE a partir de 1989

Desde que retomó su verdadero nombre y luego su autonomía, y coincidiendo con el momento histórico que vivía España, la ACPE tuvo un gran crecimiento. Aumentó considerablemente la colonia de corresponsales llegados ya no sólo de Europa sino también de otros continentes.

La gran resonancia mundial de los hechos ocurridos en España, el ser de este país un “puente” y un lugar de paso y encuentro para los países árabes y latinoamericanos determinó -desde principios de los 80- la llegada de periodistas de estos países, del Este y de Asia.

El 24 de octubre de 1996, en Asamblea General Extraordinaria, se reformaron los Estatutos de la ACPE, con el fin de lograr una mejor organización y una mayor participación de sus socios en su gestión.

Desde 2010 la ACPE tiene su sede en el Centro de Prensa Internacional (Calle María de Molina 50), en el espacio habilitado por el Gobierno español con ocasión de la Presidencia española de la Unión Europea.

JUNTA-COMPLETA-01-450x302Hoy la ACPE sigue dedicada por completo a facilitar el trabajo de sus socios y a la defensa de la libertad de expresión. Agrupa a todos los corresponsales que -libre y voluntariamente- deseen integrarla bajo los principios de pluralidad (de las organizaciones, de sus integrantes y de sus dirigentes), independencia (del Gobierno o de otros poderes públicos o privados), profesionalidad y con expreso rechazo de toda discriminación por nacionalidad, sexo, religión u opiniones políticas o filosóficas, tanto del periodista como de su medio.

La Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera, decana entre los colectivos de periodistas extranjeros afincados en España conmemora este año su 90 aniversario.

La Web de la ACPE www.corresponsales.org sigue dando a conocer los trabajos de sus socios y desarrolla su papel como soporte e interfaz entre la Asociaicón y los medios de comunicación, las instituciones, empresas e interesados en su actividad y la de sus socios.
Un año más, la nueva Junta Directiva de la ACPE apuesta por la libertad de prensa, transparencia de gestión y el rigor administrativo y sostenible.