“El detalle me sirve como punto de partida para una reflexión generalizadora.” (Ryszard Kapuściński)
Por Jairo Máximo
Madrid, España – (Blog do Pícaro) – España vive una emergencia sanitaria y se avecina una crisis económica sin parangón. Se mire por donde se mire reina la incertidumbre. Vivimos en un estado de alarma. Resistiremos.
Poco antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma ansiábamos la llegada de la primavera: el renacimiento.
Estaba trabajando en dos artículos periodísticos. Uno sobre el magnífico libro Akinori Nakatani – Sua obra e sua vida, publicado en Brasil, que empezaba así: “La perseverancia del ceramista Nakatani atrapa”. El segundo texto era una reseña cinematográfica de la película La candidata perfecta, de la saudí Haifaa Al Mansour, intitulado “La esperanza está en vosotras”.
Signos de preocupación. Entre enero y febrero me llamaba la atención que en los cierres de los comercios regentados por la colonia china afincada en mi barrio madrileño – Malasaña- era posible leer esta nota: “Cerrado temporalmente por vacaciones. Disculpa las molestias. Gracias”. Conociendo un poco como piensan los chinos, intuí que esa nota podría ser una metáfora. Cerrado por lo que pueda venir. Miren lo que está pasando en China. Sin embargo, la vida en Madrid proseguía con su ritmo normal de ciudad cosmopolita y turística.
El 12 de marzo, al subir al autobús, el conductor con guantes azules me preguntó: “¿No tienes tarjeta de transporte?” Contesté que sí, pero no la llevó encima. Aquí está el dinero. Y él me contestó: “No es necesario pagar”. En los 15 minutos que duró mi trayecto fui el único viajero. Qué raro, pensé… Fue en este momento que presagié que las cosas iban a ponerse feas, muy feas. 24 horas después el gobierno decretaba el estado de alarma y los 47 millones de españoles nos quedamos atónitos. El estrago −imprevisible− que el Covid-19 nos iba hacer era palpable.
Fuimos incapaces de prever lo que se avecinaba. El aislamiento social hoy es una realidad. Cerrado por luto.
Virus global. Los primeros casos registrados de coronavirus, Covid-19, fueron detectados en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. El 20 de enero, Pekín reconoció el contagio entre humanos y el 23 de ese mismo mes impuso una cuarentena sobre la provincia de Hubei y, en menor grado, a muchas otras zonas del gigante asiático. En febrero fueron detectados los primeros casos en España.
Todos en casa. Sábado 13 de marzo. Primer día de confinamiento. Amanecemos en estado de choque. Desconcertados. Me acerco a Gran Vía por la prensa y, de paso, hago algunas fotos de la emblemática avenida madrileña desierta. Al día siguiente hago lo mismo, y de paso, hago la compra en el supermercado cercano. De camino hago fotos de mi bullicioso barrio vacío. A partir del lunes no abandono mi casa para NADA.
20:00 horas. Tras ocho días y noches de confinamiento, diariamente deseo que lleguen las 20:00 horas para salir al balcón y aplaudir junto con los vecinos a nuestros héroes, los trabajadores sanitarios, y todos aquellos que continúan trabajando para que podamos vivir. Es en este momento que me emociono y aplaudo con todas mis fuerzas. Gracias, gracias y gracias.
Noveno día. Hoy 23 de marzo es el noveno día de confinamiento. En estos momentos Europa es el epicentro de la pandemia, con Italia y España a la cabeza.
Me acuerdo. El pasado día 17 de febrero escribí a una amiga transatlántica: “Es preocupante lo que está pasando en China. Ya ha afectado a la economía mundial. Los chinos que viven en Madrid, y que han estado en China en enero durante la celebración del Año Nuevo, están en cuarentena preventiva. Ellos son disciplinados. Es admirable. Y como estamos hablando de China, que no es un país transparente, la realidad es que no sabemos lo que está pasando. Espero que encuentren una vacuna urgentemente”.
Última hora. Hasta el momento España cuenta con 33.000 contagiados y 2.180 muertos. Entre los contagiados hay 3.910 trabajadores sanitarios. Según el balance global actualizado hoy (23 de marzo) por la Universidad Johns Hopkins, hay 341.000 personas contagiadas en el mundo, de la cuales 14.700 han muerto y 100.000 se han recuperado. Y esto va en aumento…
Grito de supervivencia en España. Resistiremos.●
*Nota del Autor: Artículo en portugués Blog do Pícaro