«Yo veo en mi trabajo cómo el espacio que me queda está cada vez más limitado, restringido, y eso, en la televisión y la radio públicas, que no deberían estar tan afectadas por causas económicas y luchas por beneficios, no sé por qué exactamente, es una cosa complicada, probablemente. Pero de alguna manera viene de la nueva tecnología que ha afectado las costumbres de los públicos, supuestamente y también ha hecho que la televisión y la radio pública, bueno, no han tenido, pero han decidido cambiar sus maneras de trabajar y, curiosamente, las noticias internacionales son las que sufren en este procedimiento. Es decir, cada vez menos espacio para noticias desde fuera, cada vez menos posibilidades de diversificar la manera de tratar las noticias, los asuntos.
Cada vez menos análisis. Y, claro, yo estoy hablando de un país que pertenece a este maravilloso grupo de los países nórdicos, como siempre se ve aquí como con admiración, pero, realmente, en Finlandia, lo que ha pasado en el periodismo, en el campo de medios de comunicación está [impregnado] de los mismos problemas como aquí. El periódico líder, para el que yo trabajé antes en los años ochenta, que siempre hablábamos que no pasa nada, están llegando todavía tres camiones de dinero a la puerta trasera, está en graves dificultades, acaba de echar a su director ejecutivo y me parece que en varios eres han echado a una tercera parte de la redacción. Así que, lo que era en los años ochenta, queda muy poco.
Todo esto después de unas inversiones enormes en la nueva tecnología, unas inversiones con las que se han intentado crear unos conglomerados multimedia, se han comprado nuevos periódicos intentando crear una amplia base en el mundo de las revistas, periódicos, entraron en el mundo de la televisión, intentaron crear una cadena de televisión propia que ha sido un fracaso, y ahora está endeudado y en graves problemas.
Quizá no siempre tenemos que culpabilizar las nuevas tecnologías tanto por lo que ha pasado en el mundo de la comunicación, sino, quizás unas falsas estrategias, unas inversiones que han fallado gravemente. Aquí hemos visto un buen ejemplo que se pueden poner en marcha nuevos medios y no hace falta, tampoco, invertir dieciocho millones. Yo creo que con mucho menos dinero, un grupo de periodistas que quiera hacer buen periodismo lo puede hacer. Pues yo quería animar a todos los para hacer esto porque buen periodismo siempre hace falta y siempre lo hay, siempre hay gente que lo sabe hacer, también. Muchas gracias.»