Panorámica de Burgos Ciudad en la provincia del mismo nombre.
Burgos es una provincia impactante. Llanuras, elevaciones, ríos, desfiladeros, bosques. Ahora en primavera campos verdes en inmensas llanuras con el cereal como protagonista. En verano extensiones de tierra con tonalidades amarillas, mientras que en otoño todo tipo de ocres en su proceso de transformarse en hojarasca. En invierno el blanco de la nieve cubriendo buena parte de las montañas
La provincia de BURGOS ostenta tantos recursos turísticos como su patrimonio monumental, su diversidad de culturas, su versatilidad paisajística, su gastronomía o actividades familiares que se hace difícil decantarse por alguna de estas vertientes en un primer momento. Lo cierto es que por más que se hable de un territorio donde las temperaturas a veces se vuelven extremas una vez en el sitio el viajero se siente tan seducido por lo que ve y lo que siente que le cuesta el regreso a su lugar de origen.
Más de doscientas rutas de senderismo que aglutina la provincia hasta sus innumerables yacimientos arqueológicos, la importancia de Atapuerca para la comprensión del modo de vida de los primeros moradores o su vasto patrimonio arquitectónico son solo una pequeña muestra de lo que puede encontrar. Cada turista hace su propio camino de exploración y disfrute. Origen del primer hombre europeo, de la lengua castellana, de leyendas y de acontecimientos históricos de España. Destino para familias, para aventureros, para fanáticos de la gastronomía y los vinos, para amantes de la naturaleza y de la cultura, para solitarios en busca de algo relevante y enriquecedor.
La provincia comprende 14.000 km2 repletos de sensaciones para todos los gustos. Parques naturales, entre los que se encuentran las Lagunas Glaciares de Neila, el Cañón del Río Lobos o Monumentos Naturales como Ojo Guareña y Monte Santiago acogen multitud de propuestas de turismo activo que fusionan la adrenalina y el disfrute del aire libre con paisajes de gran belleza. Espeleología, kitesurf, visitas a complejos mineros, rafting, rutas ecuestres o piragüismo son sólo algunas de ellas.
Paisajes que, además, encierran una larga lista de pueblos repletos de encanto, en cuyos cascos urbanos o entornos se ubican las grandes piezas que convierten a Burgos en una ‘Provincia Museo’, como el arte rupestre de Ojo Guareña o la ciudad romana de Clunia -que llegó a ser habitada por 33.000 romanos y se convirtió en capital administrativa de la región norte de la península-, sin olvidar ninguno de los edificios religiosos y civiles que salpican este territorio que aglutina las joyas del románico más espectaculares de España. A todo ello hay que sumar las diferentes materias primas que salen de su despensa y que se pueden degustar en sus restaurantes y establecimientos hosteleros, con símbolos tan exquisitos como corderos lechales, quesos frescos y curados, derivados de la matanza del cerdo, panes artesanales, repostería conventual, verduras y legumbres y, por supuesto, el vino D.O. Ribera del Duero y D.O. Arlanza.
No hay más que comprobarlo con los cinco sentidos y dejarse empapar por tanta cultura que abrió camino hacia el presente que hoy se disfruta y no se olvida.
Sully Fuentes