Pedro J. Ramírez: El periodismo es una manera de llegar a la sociedad y una manera de jerarquizar y controlar.

El director de El Español y presidente de No hace falta papel, Pedro J. Ramírez, explica y realiza una demo en directo sobre El Español, el nuevo medio informativo que ha puesto en pie tras una exitosa campaña de «crowdfunding». Intervención realizada el 8 de octubre de 2015, día siguiente a la aparición del primer número de El Español, durante el Encuentro de Corresponsales ENACPEN 2, en el Pabellón de Papel de IE Business School.

Como todos vosotros sois lectores habituales de la prensa internacional, me refiero a medios tan poco relevantes como el Financial Times, el Guardian, el Times, el Society Express, Reuters, Político, etc., como sois lectores, seguidores habituales de todos o algunos de esos medios, probablemente sabréis que estoy implicado en el lanzamiento de un nuevo periódico aquí en España que comenzará a distribuirse el día 14 de este mes, es decir, faltan seis días. Todos los que habéis vivido el nacimiento de un nuevo medio sabéis hasta qué punto resulta frenético, febril, ese proceso en los días finales. Son días de fuerte estrés, de poco sueño, de muchas ilusiones, de pequeñas alegrías, a medida que se van venciendo las resistencias de las barricadas de la tecnología y en eso estamos. Uno no está para nada en esos momentos, pero yo no podía declinar la invitación de estar hoy aquí con vosotros por lo que para mí representó el estímulo que fue el premio que el año pasado nos disteis, me disteis, justo cuando había sido destituido como director del periódico que había fundado hacía veinticinco años y los términos en los que reconocisteis mi compromiso con la libertad de expresión, el periodismo de investigación y el contrapoder de la prensa. Que los colegas de otros países reconozcan ese valor desde la distancia, que implica el no estar inmerso en las mezquinas guerras y envidias del entorno pequeño del periodismo español, fue, como digo, mucha satisfacción y contribuyó, sin duda, a la puesta en marcha de lo que tenemos entre manos.

El Español va a ser un medio nativo, yo no diría ya un medio digital, porque hace ya veinte años nadie hablaba de la prensa de papel o de los periódicos impresos, eso era una redundancia, todos los periódicos eran de papel. Sólo se ha empezado a hablar de la prensa de papel cuando ha comenzado su inexorable proceso de extinción. Se hablaba de la prensa digital cuando era una singularidad; como toda la prensa va a ser digital  en una u otra modalidad, pues dentro de nada el sustantivo perderá ese calificativo. Por eso creo que es más preciso decir que lo que lanzamos es un periódico nativo del nuevo hábitat, nativo del nuevo entorno en el que se está desarrollando ya la principal actividad informativa, tanto desde el punto de vista de los periodistas como del punto de vista de los lectores.

Nuestra empresa editora se llama No hace falta papel, y ya en el nombre hay toda una declaración de principios. Nosotros creemos que el soporte habitual de los periódicos no era parte sustancial, esencial de nuestra actividad, es decir, que la actividad de los editores no consiste en cortar árboles, sacarles la pulpa, convertirla en pasta de papel, en bobinas, que van a las catedrales del siglo XX, que eran las plantas de impresión, y luego poner unos cilindros, chorros de tinta, los camiones surcando la nación nocturnamente hasta llegar a unos sitios a ver si el kiosquero había abierto el kiosco, si no, tenía un problema, si llueve… Todo eso no es el periodismo. El periodismo es una manera de llegar a la sociedad y una manera de jerarquizar y controlar. “Control, selección y síntesis”, decía Peter Bais  en su manifiesto sobre el teatro de documentos, perfectamente aplicable, es la mejor definición de lo que hacemos los periodistas—control, selección y síntesis. Y para desarrollar esa actividad, nosotros pensamos que el anterior modelo industrial, que era una industria pesada, está obsoleto, que de la crisis de ese modelo han venido todos los problemas de estos años—la reducción de los puestos de trabajo, la precarización del periodismo, la disminución de los presupuestos de colaboraciones y para el despliegue internacional, los episodios de censura y autocensura tan habituales, por desgracia, en nuestras redacciones. En algunos momentos ha habido una cierta tendencia a la desesperación y ha habido voces, algunas muy conocidas, que han venido a decir “el periodismo está acabado”. Yo creo que no. Yo creo que lo que está acabado es ese modelo de negocio y que, por el contrario, los nuevos dispositivos móviles, los smartphones y las tabletas han alcanzado ya un nivel de penetración en la sociedad desarrollada como para permitir desarrollar un nuevo modelo de negocio extraordinariamente más eficiente y en el que va a quedar garantizada, de manera mucho más tangible, la independencia de los periodistas, por lo tanto, los derechos de los ciudadanos y el progreso de nuestra actividad.

Nosotros hemos creado un medio de comunicación que da ya empleo a ciento cuatro personas, setenta y dos de ellas, periodistas. Somos los mayores creadores de empleo privado en el sector de los medios, probablemente, desde el año 2007, y estamos convencidos de que lo que vamos a presentar es un modelo de éxito que puede marcar un antes y un después y puede servir de inspiración para muchos otros medios y colegas. Estamos ya en vísperas de lanzamiento, que creo que lo más elocuente es que os explique dentro de lo posible y sin tener aquí ningún elemento de proyección, pero bueno, somos unos pocos y sí que podéis ver algunas cosas que los demás verán a partir del día catorce.

Nosotros tenemos un periódico en español que se basa en un modelo de negocio mixto que tendrá ingresos por publicidad y también ingresos por suscripciones. Eso significa que tendremos contenidos en abierto y contenidos en cerrado. Nuestro principal contenido en abierto va a ser una página web con metre, pay world, es decir, el mismo sistema que el New York Times, veinticinco historias libres. A partir de la historia veintiséis hay que suscribirse. ¿Por qué digo historias? Porque, nosotros, en nuestra web responsive, diseñada pensando en los móviles y en las tabletas pero que se adapta muy bien al PC, vamos a tener dos entornos. Un entorno al que llamamos “el río”, que es como un continuo de noticias, un desarrollo que podríais decir que es como Twitter, pero profesional e informativo. El río, se llama así, el río de El Español es un flujo interminable de unidades informativas que nosotros llamamos tarjetas porque tienen una funcionalidad giratoria; en el anverso está el título y en el reverso está una información que puede tener uno, dos o tres párrafos. Esto se actualiza permanentemente, es un servicio veinticuatro horas. Desde que he empezado a haceros la demo ha aparecido un numerito rojo arriba. Esto significa que tenemos dos noticias que no hemos visto todavía. Le das al numerito rojo y ahí están. ¡Coño!, “Rupert Murdoch niega que Obama sea un verdadero presidente negro”. (Risas) No estaba preparado. “El magnate de las comunicaciones ha declarado su apoyo al candidato afroamericano a las primarias republicanas, Ben Carson, a través de Twitter, donde ha reclamado un verdadero presidente negro capaz de afrontar la división racial. Ha justificado su comentario compartiendo un artículo sobre la decepción de la comunidad afroamericana de Estados Unidos con Obama”. Esa es una de las dos tarjetas que han aparecido en el río mientras estábamos hablando y la otra es: “Nicky Hyden se pasa al mundial de superbikes”. Realmente creemos que este va a ser un producto muy adictivo, el río, y tenemos claro, en cambio, el entorno, también planteado para su usabilidad en los móviles de las grandes historias del día. Es decir, aquí estamos todavía en beta, estamos en pruebas pero ya estamos publicando scups, estamos publicando exclusivas: «El cobrador de Tomás Gómez guarda un millón en sus cuentas», «José Antonio Alonso Conesa, ex-alcalde socialista de Cartagena, canalizaba, según Marjaliza, las mordidas por adjudicar vivienda social en municipios de Madrid», «El juez de Mas preocupado por “no interferir en el proceso político”», esto es un auto que ha dictado él y que hemos dado en exclusiva nosotros—para estar en pruebas, no está mal, ¿no?

Este es el flujo de las historias y en un swipe tenemos de nuevo el flujo de el río. Esta va a ser, en PC, en tableta, en smartphone, la estructura de nuestro producto en abierto, disponible para todos los usuarios. Pero, nuestros subscriptores, van a recibir todas las noches a una hora a determinar—ni antes de las nueve ni después de las once—, un periódico diseñado, concebido y realizado pensando en los dispositivos móviles en los que está siendo distribuido, es decir, pensando en la tableta y en el propio smartphone. Esto que llamamos la edición de El Español requiere suscribirse y es una revolución de lo que, hasta ahora, habéis podido ver que hacen los periódicos tradicionales en sus kioscos digitales, es decir, en orbyt y en kiosco y más. Orbyt lo intentamos en mi época en El Mundo y es la reproducción de pdf, es decir, la jibarización de un producto que ha sido diseñado para un tamaño, para un entorno, para un producto distinto, lo encajonamos en las tabletas e incluso, en los móviles. Por eso, cuando veáis a alguien que tiene este tic es que es un heavy user de periódicos en pdf, porque siempre hay que estar ampliando—si veis a alguien por la calle, “joder, ese está enganchado en alguno de los kioscos digitales”. Bueno, es evidente que ese modelo fue un buen paso para permitir distribuir los periódicos en contenidos digitales, pero es algo, diríamos, ortopédico, algo que no se corresponde con la naturaleza de los soportes en los que se distribuye.

Nosotros hemos diseñado, creo, el primer diario nativo, el primer diario concebido para estos soportes. Yo creo que lo vais a entender en el momento en que os haga una pequeña demo. Aquí tendréis las últimas ediciones de El Español, que habrán ido llegando cada día, entonces, podemos descargarnos esta, en cuanto llega a tu dispositivo la edición, y en un efecto cascada se despliega una portada—como veis tiene la tipografía, la jerarquización, está llego de guiños al periódico de siempre. O sea, es el sueño, Vicente se acordará de todos los días a la hora de hacer la portada de un periódico, qué foto elegimos, y siempre que se elige una foto se pierden muchas otras y casi siempre terminas dando la foto de la actualidad política y no das ni la gran foto de deportes, de ciencia o de cultura, porque el tiempo de los browsersheets  en los que en una página podía haber cuatro o cinco fotos y en una portada podían haber veinte temas, ha desaparecido. Aquí, en esta portada múltiple, podemos tener cinco fotografías del día, exclusivas políticas, reportajes, la sección de opinión referida a sus distintos contenidos, el deporte, la cultura.

Cuando a mí me dicen: “Pero no vais a tener edición impresa, no vais a imprimir nada, ¿ni siquiera un día a la semana?”, digo: “Sí, sí, lo vamos a imprimir todos los días. Y, por cierto, tengo aquí en el bolsillo la rotativa”. Es decir, a ver quién es capaz de dar la maravillosa foto de Obama y el Papa, o sea, la calidad que dan los dispositivos móviles a la hora de reproducir las imágenes. Entonces, este periódico tiene una navegación horizontal, se pueden ir viendo los titulares—esto es una maqueta y, a veces, fallan cosas—, cuando hay un cambio de sección hay un efecto multimedia. Veis como si estuviéramos recorriendo con alfombras voladoras un suelo, sobre el suelo de El Español, sobre estas alfombras voladoras. Cada una de ellas es una historia. Cada una de ellas se puede desplegar todo lo que se quiera. El problema de los periódicos es que están compuestos de unidades limitadas, es decir, la página. Y cuántas veces nos hemos dedicado a llenar la página y cuántas veces nos hemos dedicado a cortar el texto porque no cabe en la página. Estas alfombras son enrollables y desenrollables. Pueden llegar hasta allí o pueden quedarse aquí. Pueden incluir un brevete o un largo ensayo de cinco mil palabras o el reportaje más fascinante con vídeos, con fotografías, con lo que queráis. Y podemos limitarnos como ojear los periódicos. Vamos a ver los titulares del día con variedad de diseños, con distintos géneros, perfiles, entrevistas. Aquí veis que comienza la opinión, y nuestro símbolo, el león español, se levanta y aquí veis que el editorial de El Español se llama El rugido del león. Aquí veis también el homenaje a la tipografía clásica. En el Times, la sección, ya en el siglo XVIII, más polémica y que todo el mundo leía se llamaba Thunderer—tronador—, y también había un león, curiosamente. Pero ese era el león inglés y el nuestro es el león español.

Moderador: Tenemos cinco minutos para preguntas. Adelante.

Pregunta: Me ha encantado la explicación de la inversión en el proyecto. En ningún momento has hablado de contenido y dónde nosotros estamos implicados en ese proyecto.

Pedro J. Ramírez: Sí. Lo que pasa es que hay un determinado momento de la vida en que a uno el valor se le supone. Es decir, llevo treinta y cinco años haciendo periódicos de calidad con los mejores periodistas que en cada momento he sido capaz de rodearme. En El Español trabajan setenta y dos periodistas, algunos de los más cualificados y prestigiosos reporteros y especialistas—María Peral, Esteban Urreiztieta, Ana Romero, Daniel Montero, Rubén Lapetra…-es decir, hemos contratado, hemos intentado contratar algunos de los mejores periodistas y todos los formatos son innovadores. Lo que yo estoy intentando demostrar con estos nuevos formatos es que el viejo buen periodismo no tiene por qué estar vinculado y condenado a lo que ha sido su soporte habitual. Que lo habitual no es necesariamente lo natural. O sea, hay distinción, decía[¿?]. El hecho de que siempre el periódico haya aparecido en papel impreso no significa que la esencia del periódico sea el papel impreso.

Alfredo Amestoy: Yo quiero felicitarte porque, igual que una generación llevamos la prensa a la televisión, tú acabas de llevar la televisión al móvil y la tableta.

Pedro J. Ramírez: En cierto modo es así, es verdad. Es verdad que la cascada de la edición recuerda a la careta de apertura de un programa de televisión y las transiciones, es decir, es que ciertamente, internet, permite el sueño de todos los creadores: la integración de las artes. Es una experiencia multisensorial, es una experiencia táctil, auditiva, visual; todavía podremos terminar poniéndole olor y sabor. Yo creo que este es un camino, es un camino para salir de la crisis en la que están el periodismo y el sector. No sé si seremos capaces de conseguirlo muy deprisa o un poco más despacio, pero no tengo ninguna duda de que lo conseguiremos.