Por Jairo Máximo
Madrid, España – (Blog do Pícaro) – Cuando la editorial catalana Blume me envió por cortesía un ejemplar del libro Caetano Veloso, Conversaciones con Carlos Galilea (2022), al momento constaté que su lectura pedía sosiego y atención. Galilea derrocha conocimiento musical y Caetano creatividad. Este año Caetano cumple 80 años. 60 de ellos dedicados a su carrera artística. En Brasil para celebrar tan señalada fecha se organizan diversas actividades artísticas: exposiciones, conciertos, lanzamientos de libros. La estrella brasileña continúa cantando, componiendo, bailando, opinando y brillando. Es una leyenda.
En la substanciosa obra encontramos 19 conversaciones con esencia realizadas en Madrid, Río de Janeiro, Barcelona, París, Salvador de Bahía, San Sebastián, Londres, Coimbra, Roma y Lisboa; una selección de 10 músicas traducidas al español por Carlos Galilea y Leo Minax; 17 selectas fotografías del artista, discografía completa y un índice informativo que está cuidado al detalle. Tras cada conversación, el autor aporta una precisa reseña que perfila quien es el inquieto artista brasileño. El primer encuentro del periodista con el artista fue en Madrid, en julio de 1991, y el decimonoveno en Río de Janeiro, en abril de 2017.
«En estas 19 conversaciones mantenidas a lo largo de casi treinta años con él, Caetano habla sin tapujos de música, cine, política, Brasil, periodismo, sexo… Además de un testimonio único, el lector encontrará en este libro varios textos sobre aspectos destacados de su biografía, una selección de letras de canciones con sus traducciones al español, la discografía completa y un índice de todas (o casi todas) sus canciones», aclara Carlos Galilea.
Ensalzamiento. En el prólogo de Caetano Veloso, Conversaciones con Carlos Galilea el protagonista escribe: “Imposible que alguien tenga un conjunto de entrevistas dadas por mí que produzcan una visión tan completa y articulada de mi vida mental como el que ha reunido Carlos Galilea. A lo largo de los años, en un tono de sinceridad sin pretensiones, el periodista español entabló conversaciones que se convirtieron en artículos claros, muchos de los cuales leí en versiones impresas en su momento, pero no imaginaba que verlos reunidos me fuese a causar la impresión de retrato histórico de mi tiempo a través de mi figura pública que este libro causa. Cuando nos conocimos, Galilea ya se había vuelto un conocedor de la cultura brasileña. (…) Su estilo personal y profesional propicia un clima en el que las referencias a autores serios y los análisis de coyunturas históricas complejas no suenan a pedantería. En el año en que llego a los 80, esos testimonios relajados y fragmentarios dan una perspectiva de mi itinerario personal y profesional que incluso para mí resulta reveladora. (…) No necesito ser modesto para decir que ni siquiera soy un buen músico (como hay tantos en Brasil y en el mundo). No lo soy. Pero modestia no es lo que aflora cuando llegas a los 80 y ves un libro como este».
Pro Caetano Veloso. Palabras de Galilea: “Artista complejo, desconcertante y caleidoscópico. (…) No siempre pensó en la música: le gustaba la pintura y le fascinaba el cine. Estudió Filosofía y hasta barajó ser profesor. Como dice, se convirtió en cantante y compositor de canciones más o menos involuntariamente. (…) Toda su obra está construida desde un equilibrio entre innovación y reiteración. (…) Le encanta explorar analogías y jugar con los efectos sonoros de las palabras, construir imágenes a través de metáforas, relacionar cosas aparentemente inconexas, crear neologismos. (…) Tiene un modo de pensar original sobre la cultura brasileña: observa y analiza con una inteligencia aguda. Y le encanta escribir. Con tendencia a la digresión y la elipsis. (…) Caetano se mantiene joven merced a una renovada curiosidad por saber lo que sucede en el mundo. (…) Pese a que nunca se consideró músico, la canción se lo ha dado todo. Y, como no deja de recordarnos, la aventura que se inició para él con el tropicalismo no ha terminado».
Oído y apuntado. El primer encuentro del músico con el periodista fue en Madrid, en julio de 1991. Entre otras cosas Caetano comentó: «Me gusta España. Que el público español no entienda nada de las letras de la música brasileña me sorprende y me intriga”.
En el segundo encuentro, que también ocurrió en Madrid, en julio de 1994, en la Muralla Árabe, estaba presente el músico Gilberto Gil y, por casualidad, este redactor en compañía del fotógrafo Gonzalo Quitral, citados para entrevistar a ambos músicos, después de la entrevista con Carlos Galilea.
En aquella ocasión, Carlos preguntó para Caetano: En Brasil, en tus conciertos con Gilberto Gil, os acompaña toda una banda. En esta gira europea, en cambio, estáis los dos solos… – “Sí, una banda muy grande y un escenario inmenso. Teníamos muchas invitaciones, pero nos pareció muy complicado viajar con todo aquello y renunciamos a hacer una gira internacional. Después de alguna insistencia, y puesto que teníamos ganas de hacerla, marcar de algún modo la existencia del disco Tropicália 2, decidimos salir de gira solo con las guitarras. Una experiencia interesantísima porque, aunque los dos tenemos un trabajo en la música de muchos años, nunca lo habíamos hecho”.
En París, en marzo de 1998, en un nuevo encuentro el periodista preguntó: Pedro Almodóvar acaba de pasar el fin de año en tu casa de Salvador. ¿Qué le pareció Bahía? – “Le gustó. […] Lo adoro. Adoro a los españoles. ¿Sabes que Bahía tiene la mayor colonia española de Brasil? Tiene el hospital español, el club español… Así como en Río están los portugueses, y en São Paulo los italianos, en Bahía son los españoles. Y el noventa por ciento de esos españoles son gallegos. Mi hermano Rodrigo quiso levarnos a una taberna modesta pero muy linda, que está en la Cruz do Pascoal, en una parte antigua de Bahía, y todos los dueños de esos bares son gallegos. Viven en Bahía hace cincuenta años. Unos viejecitos gallegos [ríe]”.
En el último encuentro, en Río de Janeiro, en abril de 2017, Galilea preguntó: ¿Cómo llevas lo de ir acercándote a la vejez? – “La vejez trae muchas limitaciones. Y limitación significa disminución de la libertad. Nadie es más libre con menos equilibrio y elasticidad. Siento mucho la falta de aquella alegría espontánea del cuerpo de una persona joven.”
En sintonía. Hace décadas que acompaño la trayectoria profesional del crítico musical Carlos Galilea Nin (Barcelona, 1958). En Radio-3, de Radio Nacional de España (RNE), oigo a menudo su programa Cuando los elefantes sueñan con la música, en antena de forma ininterrumpida desde enero de 1987. En el diario El País durante más de tres décadas leí sus artículos sobre música brasileña y étnica. Su amplio conocimiento musical, en particular de la Música Popular Brasileña (MPB), salta al oído y la vista. Sus fieles oyentes y lectores lo agradecemos.
En Madrid, en 2006, le hice una entrevista para la prensa brasileña.»Estoy agradecido a Brasil por su música. No entiendo como Brasil no es consciente del poder que tiene su música. Es la mejor imagen que se puede vender», confesó.
En Caetano Veloso, Conversaciones con Carlos Galilea, Galilea hace una radiografía transparente de Caetano Veloso (Santo Amaro da Purificação, Salvador, Brasil, 1942) acompañada de una cuidada edición gráfica. Está hecha para adentrarse en la obra y mente del artista y, de paso, profundizar conocimientos de la MPB. Una atípica guía musical y cultural ilustrada al alcance de todos.●