Madrid, España – (Blog do Pícaro) ─ Mientras sobrevivo con el corazón encogido frente a las incertidumbres causadas por la covid-19 encuentro en las Artes, especialmente en la literatura, un refugio emocional. Un soplo de vida que se asoma por la ventana entre tanta penumbra.
Por Jairo Máximo
La obra Encuentros – escritores y artistas, de Stefan Zweig, alberga un contenido ilustrativo, emotivo e histórico. La edición que leí de la obra fue editada en portugués en Oporto en 1955. Reúne catorce piezas -ensayos, semblanzas, discursos- que Zweig dedicó a ilustres personalidades del siglo XX. Los escogidos son el poeta francés Emilio Verhaeren, el poeta y novelista austríaco Rainer Maria Rilke, el escultor francés Auguste Rodin, el director de orquesta italiano Arturo Toscanini, el periodista, dramaturgo y escritor austrohúngaro Theodor Herzl, el escritor y dramaturgo ruso Máximo Gorki, el escritor, dramaturgo y crítico austríaco Hermann Bahr, el compositor, pianista y director de orquesta italiano Ferruccio Busoni, el médico, teólogo y músico franco-alemán Alberto Schweizer, el compositor y director de orquesta austríaco Gustav Mahler, el director de orquesta y compositor alemán Bruno Walter, el pintor y escultor belga Francisco Mesereel, el actor austríaco de origen húngaro Josef Kainz y el dramaturgo, poeta y ensayista inglés John Drinkwate.
En la primera pieza de la obra Encuentros, publicada por primera vez en Londres en 1937, Zweig aclara: “Este trabajo “En memoria de Emilio Verhaeren”, fue escrito tras saltar la noticia de su fallecimiento el 27 de noviembre de 1916, en medio de la guerra mundial. Es claro que era imposible pensar en publicar cualquier “Réquiem” libre de odio, en honor de un poeta enemigo; en 1917 mandé imprimir 100 ejemplares para un pequeño círculo de personas de las pocas que supieron conservar la independencia íntima, por encima de la atmósfera de la época, saturada de odios. Más tarde, vino a la luz una segunda edición, muy reducida; pasados veinte años, esta es la primera publicación ilimitada y, es claro, sin modificación alguna”.
Cada pieza de esa obra nos lleva al encuentro de otras piezas. Al concluir la lectura de “En honor de Rilke”, discurso ilustrativo que Zweig hizo en el Teatro Nacional de Múnich el 20 de febrero de 1927 dedicado a Rilke, dan ganas de gritar: ¡Bravo maestro! En “El dirigente”, escrito in memoriam de Mahler, se lee como una sinfonía en sintonía con Mahler. En “Un retrato”, dedicado a Toscanini, el autor abre el texto con esta cita: “Yo amo aquél que desea lo imposible”. (Fausto – II Parte).
El ensayista, biógrafo y novelista Stefan Zweig (Viena, 1881 – Petrópolis, Brasil, 1942) tiene una sorprendente capacidad para enganchar al lector desde las primeras líneas de sus textos. Su pluma crea escuela y su obra perdura. ●
Gran Hermano. Mi admiración por George Orwell data de mi juventud, en la segunda mitad del siglo XX, después de leer su inquietante novela 1984, que divisaba un futuro plagado de mentiras institucionalizadas y mecanismos de vigilancia opresivos. Décadas después, en 2021, he leído con sumo interés la atractiva novela gráfica Orwell, de Pierre Christin y Sébastien Verdier, que aborda con precisión la vida y obra de Eric Arthur Blair, más conocido por su seudónimo de George Orwell que adoptó en 1933. Eligió George por ser Jorge el patrón británico y Orwell por ese río de Suffolk, que tanto le ha marcado.
Orwell, lanzado en Francia en 2019, está dividido en cuatro capítulos -Orwell antes de Orwell, Blair inventa a Orwell, Orwell orwelliano y Después de Orwell- cuenta con la participación especial de los dibujantes André Juillard, Olivier Balez, Manu Larcenet, Blutch, Juanjo Guarnido y Enki Bilal.El resultado final con tantas manos artísticas juntas es una novela gráfica deslumbrante, tanto gráficamente como literariamente.
Tras publicar 1984, de donde proviene el concepto universal “Gran Hermano”, George Orwell se convirtió en uno de los grandes visionarios del siglo XX. Se especula que el título 1984 es un juego de número del propio autor que había trabajado durante mucho tiempo en la novela hasta concluirla en 1948. Orwell habría cambiado el 48 por 84. 1984 ha influido en la literatura y el pensamiento del siglo XX. Ha inspirado películas, una ópera, discos, un ballet. Y ahora la novela gráfica Orwell.
Entre la obras de George Orwell encontramos Sin blanca en París y Londres, El camino a Wigan Pier, Homenaje a Cataluña, aparte de Rebelión en la granja, una fábula que retrata los abusos del estalinismo. Antes de convertirse en un escritor consagrado el ciudadano George Orwell fue policía imperial británico en Birmania, lavaplatos en Paris, librero en Londres, miliciano del POUM durante la Guerra Civil Española, corresponsal de la BBC, editor literario y columnista.
Revelaciones personales de George Orwell y fragmentos de algunas de sus obras son utilizadas por los autores del cómic para crear la obra Orwell.
“Además de mi trabajo como escritor me encanta la jardinería, en concreto la horticultura. No soporto las grandes ciudades, el ruido, los coches, la radio, la comida precocinada, la calefacción central y el mobiliario moderno”.
En el epílogo de Orwell Pierre Christin sostiene: “Esta novela gráfica realizada con Sébastien Verdier pretende ser fiel a quien inspiró gran parte de mi trabajo de distopía política”.
En fin, la novela gráfica Orwell -Etoniano, poli, dandi, miliciano, rebelde, novelista, excéntrico, socialista, patriota, jardinero, ermitaño y visionario– es un álbum para leer y contemplar con pasión.
El novelista, periodista y ensayista George Orwell nació en 1903 en Motihari, India, y murió en Londres en 1950. Es considerado una de las voces más lúcidas que se han alzado contra toda clase de totalitarismos.
Posdata. Los libros de George Orwell acaban de quedarse libres de derechos autorales. Sin embargo, sus herederos han declarado que la novela 1984 tendrá una segunda parte escrita por una escritora. La trama se centrará en la vida de la compañera del protagonista Winston Smith. ¿Qué nos diría George Orwell de esa deriva literaria? ●
Tomar parte. Conocí la pluma del italiano Andrea Camilleri a principios del siglo XXI a través de amigos descendientes de italianos que viven en Brasil y lo admiran. Pero fue asistiendo en TVE a la inolvidable serie Comisario Montalbano, basada en el personaje creado por Camilleri, que me rendí a su particular imaginario. La inexistente ciudad siciliana de Vigàta existe en la mente de sus admiradores.
En la obra Los casos del comisario Collura (2021), Camilleri nos adentra en un crucero y demuestra que muchas cosas pueden pasar en un espacio tan reducido como son las dependencias de un barco. Los ocho relatos que tienen como protagonista al comisario Cecè Collura fueron publicados originalmente en el periódico La Stampa entre julio y septiembre de 1998.
Según la editorial Edicciones Destino, “esta es una de las obras más especiales de Andrea Camilleri, el desaparecido maestro de la novela negra contemporánea, ya que en sus inicios se trató de una novela que se publicó por entregas en el periódico italiano La Stampa y, gracias a los lectores, pudo llegar también a las librerías. (…) Con grandes dosis de humor y una sutil pero certera crítica social, Camilleri nos regala un personaje inolvidable, el comisario Vincenzo (Cecè) Collura, a quien ya imaginó en sus inicios como escritor en el momento de crear al inmortal comisario Montalbano”.
Los casos que el comisario Collura tiene que investigar a bordo de un crucero que surca las tranquilas aguas del Mediterráneo, empiezan y terminan en el propio navío. Actuando con discreción, Collura, que es policía en excedencia, confía en su olfato y en su experiencia para dar con los culpables. Nunca se equivoca.
“Escogí un crucero porque ofrece una posibilidad enorme de encuentros entre personas muy distintas entre sí. De este modo, nació el comisario de a bordo”, reveló Camilleri. “Un comisario de a bordo no es un verdadero policía: es sobre todo quien se ocupa del buen comportamiento de los cruceristas, del crucero mismo y del personal de a bordo, pero no es un investigador. Entonces se me ocurrió la idea del policía momentáneamente en descanso, que tiene una cierta deformación profesional, incluso cuando se encuentra desarrollando una tarea que no es policial”.
Durante la lectura del relato “El misterio del falso cantante”, recordamos al ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que en su juventud hizo unos pinitos como cantante de cruceros. En “Las joyas al fondo del mar”, advertimos que para cobrar a las aseguradoras los tramposos ingenian las cosas más inverosímiles posibles. Sufrimos con el relato “Qué ha pasado con la pequeña Irene”, la historia de una madre que cree tener una hija. Al final de cada relato el autor termina preguntándose a si mismo si aquel crucero era verdadero o virtual.
El escritor italiano Andrea Camilleri (1925-2019) es un referente del género negro. En Los casos del comisario Collura, también encontramos la reproducción de una entrevista que el autor concedió en 2002 al periodista Giovanni Capecchi.
He aquí fragmentos de la entrevista.
“En 1998 La Stampa me había pedido una serie de relatos. Lo pensé un poco y recordé que estuve largo tiempo indeciso sobre el nombre que dar al comisario Montalbano cuando había aparecido en La forma del agua. Entonces había dos nombres que me daban vueltas en la cabeza: uno era Montalbano y el otro era Collura, apellidos típicamente sicilianos, como pocos. Luego tuve la idea de homenajear a Vázquez Montalbán y así opté por el comisario Montalbano. Pero en ese momento, al tener que escribir unos relatos, pensé en encontrar un personaje fijo. Y de inmediato fue como una especie de resarcimiento con relación al comisario Collura: fuera cual fuera la función de este personaje que aún no había nacido, se llamaría Collura”.
“Me gustan las disciplinas que uno se impone, me gustan muchísimo los pensum”.
“Los relatos de Collura han despertado la curiosidad de muchos y de diversas formas. Por ejemplo, hubo un intento de producción cinematográfica (…) pero luego, como ocurre en el noventa por ciento de los casos, esta propuesta cinematográfica no se materializó”.
“Me gustaría inventarme una historia en la cual Cecè Collura y Montalbano trabajasen juntos”.
Infelizmente no fue posible el encuentro de ambos comisarios creados por Andrea Camilleri porque él murió en Roma en 2019. ●