Pymes, construyendo una economía a largo plazo

La sensación de estar huérfanos de seguridad, continuidad y certeza son las sensaciones en las cuáles se rige la cultura de lo efímero. La mirada cortoplacista de los acontecimientos atenta contra la reflexión clara y certera del futuro. En cambio, proyectar a largo plazo implica racionalidad, previsión y análisis acerca del pasado, el presente y el futuro.

Hoy estamos frente a la era del “cortoplacismo”. El presente es lo que cuenta y la percepción inmediata de aquello que sucede en la economía mundial se percibe como un callejón sin salida en el cual se ausenta la visión y la previsión a futuro. En este sentido, lo efímero ya no es patrimonio de lo superfluo, tal como sucedía algunas décadas atrás, hoy el corto plazo es vivido como una realidad ineludible y permanente.

Un claro exponente de esta tendencia es la mirada de los medios a nivel global sobre el sector pyme, como el principal protagonista de una visión a corto plazo acerca de su actualidad en torno a la crisis económica. Pero, ¿cuál es su verdadero estado en el presente y cuál es su proyección futuro? ¿Su realidad es tan dramática, efímera e ineludible? En la actualidad las pymes protagonizan la recuperación económica tanto de las grandes potencias como en los países en vías de desarrollo. Hoy las pequeñas y medianas unidades de negocio emplean al 67% de la fuerza laboral total a nivel internacional. Además, más del 50% del empleo mundial en la economía formal se crea por estas empresas generalmente conformadas por menos de 100 empleados.

Estos datos aportados en el 2013 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), exhiben claramente como el sector pyme es indispensable no sólo para la reactivación económica sino para la estabilidad y el equilibrio laboral, financiero y social en un país.

Desafíos con proyección a futuro

1. Las pymes hoy son el motor de la economía mundial y su futuro en el mediano y largo plazo se encontrará signado por la capitalización de sus ventajas competitivas en el mercado mundial. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas a través de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) elaboró una investigación que proyecta a largo plazo los principales cambios estructurales del sector pyme. Lejos de conclusiones fatalistas, el informe explicita el crecimiento sostenible de las pequeñas y medianas unidades de negocios en las próximas décadas.

2. El aumento de la rentabilidad y competitividad para el sector se encontrará atravesado por la innovación. En este sentido, el CEPAL plantea que los nuevos paradigmas tecno-económicos definen a una “tercera revolución industrial”, y por lo tanto el mayor desafío para las pymes será “crear valor mediante la incorporación del conocimiento, la innovación y difusión del uso productivo de la tecnología”.

3. Estos factores serán una condición “sine qua non” para acelerar el crecimiento y dar saltos cuantitativos y cualitativos en aspectos como la productividad, la generación de empleo y el incremento de la competitividad. El CEPAL destaca que las pymes serán en el futuro actores claves de innovación en el sistema nacional ya que utilizarán los avances científicos y tecnológicos en la producción para desarrollar nuevos productos y procesos o bien mejorar los existentes, lo que permitirá aumentar la productividad y competitividad de un país en el entramado financiero global.

4. Pero, ¿cuál es la causa por la cuál las pymes tanto en el presente como en el futuro son las principales protagonistas en el crecimiento económico de un país? CEPAL sintetiza la respuesta en un solo concepto: innovación. “Las pymes aportan flexibilidad a los procesos de innovación mediante su estructura organizacional más maleable y capaz de responder rápidamente a cambios a través de la participación de sus trabajadores y la celeridad en la toma de decisiones”, estableció el informe.

5. En el mediano y largo plazo las pymes reforzarán su rol como agentes de rentabilidad incrementando su valor agregado mediante estrategias vinculadas la investigación, innovación y desarrollo en la aplicación de nuevas tecnologías de la información y este proceso redundará en el fortalecimiento de la capacidad de producción, comercialización, negociación y competitividad.
Proyectando su rentabilidad a largo plazo, las pymes aportarán sostenibilidad a la economía global. En tiempos atravesados por la cultura de lo efímero, generarán la certeza que el desarrollo y el progreso son un proceso indivisible que fusiona el pasado, el presente y el futuro en pos de optimizar el bienestar de las personas.

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