Eslovenia acaba de cumplir en 2011 veinte años de la proclamación de independencia del estado, que se celebra con varios eventos muy interesantes durante todo el año.
La capital de Eslovenia Ljubljana con 280.000 habitantes, hace de su reducido tamaño, su principal encanto, resulta relajante y puede recorrerse a pié, quién afirmó que Ljubljana es la “ hija párvula de Paris y Viena “ se quedó corto, su grandeza se debe al hecho de que es el foco de confluencias de las corrientes centroeuropeas, mediterráneas balcánicas e incluso del Este de Europa, en la actualidad Ljubljana se adapta a las exigencias del siglo XXI al tiempo que mantiene su propia identidad.
Sus calles son amplias, limpias y sin ruidos estridentes, el centro se recorre como un escenario lleno de modernos comercios y de animadas terrazas Breg, Mestni o Krizârke.
La cultura y el esparcimiento confluyen en el castillo y en las plazas del casco antiguo, tiene uno de los barrios mejor conservados de Europa, cuyos edificios se funden armoniosamente con los del Art Nouveau, donde los músicos callejeros y otros artistas devuelven el sabor añejo a la ciudad.
El río Ljubljanica, fluye a lo largo de la urbe atravesando de norte a sur la parte moderna del centro, es un encantador paseo por sus orillas, llenas de cafés, puestos de antigüedades y artesania regional. Se conservan iglesias y museos; historia, vida, arte de las principales épocas, su agenda cultural con casi 10.000 espectáculos anuales, inclusive 14 festivales internacionales que se desenvuelven a lo largo del año. Y cuando la pequeña ciudad se acaba, aparece el
Parque Tivoli, un espacio para el paseo, el deporte y la relajación de los capitalinos. Como símbolo de Ljubljana nos encontramos cuatro dragones de bronce que vigilan las esquinas del puente Tromostooje (Puente Triple) construido en 1901.
En la primera mitad del siglo XX tuvo la suerte de conocer el talento del arquitecto Joze Plecnik ( 1872-1971) que creo su imagen cosmopolita.
Las carreteras que conducen a otras encantadoras poblaciones son un recreo para la vista. Roseadas de campos, bosques de variados tonos de verdes, valles, colinas y casas de madera con techos de pizarra, con un orden y limpieza admirable.
Es el tercer país más boscoso de Europa.
Nos encontramos a muy pocos kms. de la capital, con la región de Gorenska y la sorpresa se llama BLED, el maravilloso paisaje que se divisa es una verdadera postal, tiene un lago con un islote sobre el que se divisa el campanario de un monasterio encaramado en una pared rocosa, un castillo medieval que sobresale por encima del bosque que lo protege y que en los días despejados aparece empequeñecido por las altas cumbres de los Alpes Julianos y el Karavanke.
El castillo alberga un interesante museo con mobiliario, armas, joyas y objetos que abarcan desde la Edad Media hasta el Barroco. Son famosas las Campanas del Deseo de Bled, hay que tocarlas para que se cumplan nuestros anhelos.
VALENJE a 22 kms al noroeste, es una metrópoli diferente, data de 1959, sumamente joven, pero pujante de actividades, en septiembre se celebrará el “22 Festival Pilkin”, sobre todo dedicado a los niños, la presencia de una simpática niña que encarna a la famosa (Pipi Calzaslargas) Pippi Longstocking, la música, los talleres de jazz y muchas más actividades culturales, se unen a las celebraciones de la Capital Europea de la Cultura 2012.
Uno de los museos más importantes y originales de Eslovenia se encuentra en Valenje Museo de la Mineria de Carbón, que esta instalada en el interior de un pozo a 180 metros bajo tierra, convertida actualmente en atracción turística, la visita guiada y recreada, dura 90 minutos con proyección de diapositivas y un recorrido con sorpresas….por la parte más antigua del pozo original del año 1500. El río Drava ha sido testigo pasajero de la importancia de PTUJ, como centro estratégico, económico y cultural romano, sobre todo durante la Edad Media. El emperador Trajano le otorgó el título de ciudad y la llamó Colonia Ulpina, hoy sus iglesias, monasterios y el castillo confieren esencia histórica al centro de la ciudad que está declarada Monumento Nacional. Rodeada por el Pohorje, capital de Estiria, se encuentra
MARIBOR, segunda urbe de Eslovenia. Maribor espera con ilusión y mil proyectos, el año 2012 ya que fue nombrada Capital Europea de la Cultura, compartiendo el honor con la ciudad de Guimarâes en Portugal. La ceremonia oficial se celebrará el 13 de enero de 2012 durante tres días de actividades lúdicas, Festival de Teatros, Conciertos y Talleres.
El casco viejo, el corazón de la ciudad es peatonal, tiendas, restaurantes, eventos al aire libre, muy animada zona, cerrada al tráfico. Mestni Park, uno de los espacios verdes mejor utilizados de un país, donde el verde es el color
predominante. Los balnearios que existen en sus 15 centros turísticos han desarrollado bajo el lema “Salud otorgada por la naturaleza“ la oferta más moderna basada en los programas Wellness y otros nuevos para conservar la salud y prevenir enfermedades.
Ninguna otra población tiene tan definida su afición por el vino como Maribor. En el barrio de Lent se organizan varios festivales anuales en torno a su «Parra Centenaria», la más antigua del mundo (400 años), dando aún un buen vino rojo. (Es record Guiness).
Quién este interesado en el vino esloveno, ha de conocer la bodega más antigua del país «Bodega PTJ» y la puede visitar.
El oeste y noroeste de Eslovenia son conocidos por sus magníficos vinos blancos, y el sur por el ligero y rojizo vino Cuicek.
La comida de Eslovenia muestra una influencia austro-húngara e italiana, el plato típico es el Struklji y el postre la Potica, sorpresa deliciosa. Los eslovenos son gente amable y hospitalarios. Cuando digo verde pienso en Eslovenia, cuando siento la paz interior, la tranquilidad…vivo este país que deslumbra y llega al corazón.
Eslovenia es aún uno de los grandes y fascinantes países desconocidos de Europa.
NA SVIDENJE (ADIOS)
Autora: María Rosa Jordán