“El mundo solo se desarrolla con la política”

Por Jairo Máximo

Madrid, España – (Blog do Pícaro) ─ Marta Teresa Smith de Vasconcelos Suplicy (São Paulo, 1945) es política, psicoanalista y sexóloga brasileña. A lo largo de su trayectoria política ha sido alcaldesa de São Paulo, diputada, senadora y ministra en los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff. Tiene diversos libros publicados sobre sexualidad y durante años ha dirigido un entretenido y polémico programa de TV que hablaba de sexo sin tapujos. Es una entrañable amiga del colectivo LGTBI, dentro y fuera del Congreso brasileño. Actualmente es Secretaria de Relaciones Internacionales de la ciudad de São Paulo. En esta entrevista exclusiva concedida en Madrid, Marta Suplicy afirma: “A partir de ahora no se puede tener un proyecto social que no incorpore la innovación y la sostenibilidad”.

¿Puedo empezar la entrevista con la última pregunta? Es que las últimas preguntas están relacionadas con su visita aquí a Madrid para participar de la XIX Asamblea General de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), que reúne alcaldes y representantes de 29 ciudades que suman más de 100 millones de habitantes.

─Sí. Es natural que tú empieces preguntándome sobre este evento. Pero quiero dejarte claro que tú no debes dejar de preguntarme lo que consideres importante.

¿Por qué consideras que São Paulo ─la metrópolis  más poblada y rica de América Latina─ merece el título de Capital Verde Iberoamericana?

─São Paulo ya no es aquella ciudad de hormigón y gris como antes era conocida. Ya no se corresponde con la realidad actual. São Paulo tiene 13%  de vegetación. Hasta 2030 esperamos llegar al 50,18%. Tener 50,18% es un cambio enorme. ¿Pero por qué? Porque São Paulo está apostando por la incorporación de la sostenibilidad. Hace veinte años cuando yo era alcaldesa de la ciudad establecimos un área de preservación ambiental que equivale al 1/6 del territorio de la ciudad de São Paulo. ¿Qué ciudad de 12 millones de habitantes tiene 1/6 de área ambiental preservada? Además, acabamos de elaborar el proyecto denominado “Ligue los puntos”, para que los agricultores que están cerca de estas áreas de preservación ambiental consigan ser más productivos y cuenten con un mecanismo para obtener una mayor fluidez en el transporte de sus mercancías. Por otra parte, en los últimos dos años del gobierno del alcalde Bruno Covas Lopes (1980-2020), él apostó por el denominado Plan Clima SP (Plan de Acción Climática de la ciudad de São Paulo 2020-2050), que tiene como objetivo preservar por etapas hasta conseguir cero emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en 2050.”El Plan Clima SP” no solo tiene las metas, los pasos establecidos, también tiene la fiscalización de lo que se hace para que no ocurra que después de un año de su aplicación se descubra que los resultados no son los esperados. Este proyecto fue lanzado en julio pasado por el actual alcalde Ricardo Nunes, que también apuesta por la sostenibilidad como su antecesor. Asimismo, Bruno Covas ha dejado de legado para São Paulo un programa  que es emblemático para la ciudad: “El Green Sampa”, que tiene como objetivo incentivar el desarrollo económico sostenible de la ciudad. También acabamos de empezar las negociaciones para cambiar los autobuses de diésel por eléctricos. Actualmente tenemos un plan piloto de 18 autobuses circulando por la ciudad. São Paulo tiene una flota de 14 mil autobuses. Se estima que en 2024 tendremos el 20% de la flota ya eléctrico. Después, hasta 2030 la mitad y, en 2050, cero CO₂.

Aquí en Madrid hay un proyecto piloto similar: autobuses eléctricos y gratuitos. Sin embargo, cuando se puso en marcha el proyecto recibió muchas críticas.

─ ¿Por qué ha sido criticado el proyecto?

Porque la derecha española es feroz. Todo aquello que ellos no hacen o no hicieron no vale…

─Entiendo. Es político. El mundo solo se desarrolla con la política. Hace un momento tú me has preguntado porque nosotros estamos pleiteando que São Paulo sea la Capital Verde Iberoamericana. Porque hay un proyecto que considero pionero que es la popularización de las ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible). Son 17 objetivos. Igualdad racial, saneamiento, erradicar la pobreza, erradicar el hambre, etcétera. Y lo que fue hecho en la actual gestión y que considero que es muy interesante, fue aglutinar todos los objetivos de la ONU y estructurar metas para cuatro años. Con iniciativas como esas São Paulo no es más aquella ciudad gris. Y en las metas, una de ellas es la creación de ocho parques públicos. Dos de ellos ya han sido inaugurados. Para estar en el siglo XXI tenemos…

Que mirar el futuro.

─Sí. No podemos tener más proyectos que no incorporen la sostenibilidad.

Las pequeñas cosas son las que marcan la diferencia.

─Pequeñas obras con gran impacto es lo que esperamos hacer. Voy a contarte otra cosa, pero no quiero que tú me dejes de preguntar lo que te apetezca.

Gracias. Puedes contarme…

─Es una cosa que creo que será el evento más importante que vamos a tener en São Paulo, es el 1º Congreso Internacional de Combate al Racismo Estructural, que será el día 20 de noviembre, Día de la Consciencia Negra, que fue creado por mi hace veinte años durante mi gestión como alcaldesa. Nosotros tenemos que cambiar las cosas en Brasil relacionadas con el racismo. Tenemos que tener una acción impactante de visibilidad y que las personas comprendan que el 56% del pueblo brasileño son negros y que nuestra identidad cultural es negra africana. Tenemos que realizar un evento que sea inolvidable y al mismo tiempo hacer realidad otro proyecto legado por Bruno Covas, que es un proyecto de cuatro años que pretende trabajar con profesores de escuelas de infantil, primaria y secundaria para combatir el racismo de ellos. Si tú preguntas a los maestros ninguno es racista. Pero si tú entras en un aula verás que no hay ninguna muñeca negra. El habla que predomina es la del niño blanco y no la del niño negro. El racismo está enraizado en Brasil.

La educación nunca ha trabajado en ese tema.

─Nunca ha admitido su existencia.

Veo eso como una respuesta a ese loco que está en el poder.

─Psicópata.

Aquí en Europa se dice que el ultraderechista estadounidense Steve Bannon, ex asesor de Trump, es el estratega de Bolsonaro.

─Bannon estuve recientemente en Brasil con los hijos de Bolsonaro. Es un aliado de la familia. Bueno… Acabo de tener un sentimiento, mientras hablaba contigo, de orgullo y de alegría,  porque últimamente no habría sentido eso, porque Bolsonaro hace tanto, tanto daño para las personas que llega a deprimir. Nunca he sentido tanta vergüenza, además vino la epidemia de la Covid-19 y las personas están procurando sobrevivir. Y ahora, cuando estaba contado todo eso para ti, y tú me has dicho que es una respuesta. No sé si eso es una respuesta porque Bolsonaro es el hombre de la muerte. Él es primitivo. Bruto. No tiene la noción del respecto. No sabe comportarse. No tiene etiqueta. Él no tiene noción de nada. Si le  preguntas sobre cualquier pintor conocido él no sabe quién es. Él nunca ha leído un libro. Es una cosa…

Bolsonaro va pasar y Brasil volverá fuerte.

─Actualmente el 64% de los brasileños lo rechazan.

Nadie resiste a tanto rechazo.

─Sí. Pero quiero agradecerte ese sentimiento que me has proporcionado. (risas). Entonces, como tú has dicho antes, Bolsonaro va a pasar, pero el precio de la reconstrucción será alto.

El nuevo gobierno tendrá que trabajar redoblado. Implantar sus ideas y arreglar la casa que se cae a trozos.

─Considero que primero será arreglar las cosas destrozadas. Voy a darte un ejemplo, la recuperación del Ministerio del Medio Ambiente, que hoy es lo que está más en evidencia, porque Bolsonaro…  Él no hace eso de su cabeza ni ha leído el libro Cómo mueren las democracias, de Daniel Ziblatt y Steven Levitsky, politólogos de la Universidad de Harvard. Él fue teledirigido porque un mandatario no clausura el Ministerio del Medio Ambiente, lo destruye desde dentro retirando sus competencias. Lo que vemos es que todo eso tendrá que ser rehecho, sin hablar de la infestación de coroneles y generales que están en diversos organismos gubernamentales y que han demostrado que deben continuar en los cuarteles porque no tienen capacidad de dirección.

Bolsonaro está solito…

─Totalmente solo. Creo que él será juzgado por la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, y acabará en la cárcel.

¿Cómo ves aquella escena en Roma de él solo en la recepción con los grandes mandatarios del mundo?

─Patética. Ha evidenciado la mala persona que es Bolsonaro. Él es tóxico. Acudí muchas veces como ministra de Lula da Silva en Europa y la cosa más sencilla del mundo era tener una audiencia con cualquier ministro de turno. Era alfombra roja.

¿Qué significaría para la ciudad de São Paulo ser condecorada con el título de Capital Verde Iberoamericana?

─Un estímulo de su resiliencia ─capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos─ y que sus ciudadanos están juntos en un viaje hacia ese siglo.

Tú ya has sido alcaldesa, diputada, senadora y ministra. ¿Cuándo serás presidenta de Brasil?

─No está en mis planes, pero voy a trabajar activamente para la campaña de Lula da Silva.

¿Qué has sentido cuando eras alcaldesa de São Paulo (2001-2005) y tuviste que llevar chaleco antibalas?

─Miedo y fuerza. Miedo de poder recibir un balazo; y fuerza de tener que enfrentar la situación que yo sabía que podría enfrentar.

De todos los cargos que has ocupado en la política brasileña ¿De cuál de ellos te sientes más orgullosa?

─El de alcaldesa porque es el más difícil y también el más gratificante porque tú haces las cosas y ves lo resultado.

¿Es posible hoy en Brasil una 3ª vía política?

─No. La elección del próximo año esta polarizada.

¡No es no!

Tout court [sin más]. Y partiendo de esa premisa tenemos que empezar a pensar en la gobernabilidad. Eso es lo importante ahora. ¿Qué país queremos viniendo de tal destrucción y cuáles serán las prioridades? Son tantas las cosas por hacer que no es posible querer hacerlo todo a la vez. Tenemos que tener algunas directrices y esas directrices tienen que ser acordadas inmediatamente con algunos partidos.

Antes de partir para una elección en las circunstancias actuales es preciso hablar con todos los partidos democráticos.

─Sí. Lula da Silva ya está hablando con todos los partidos.

Es su carácter.

─Tenemos  que tener una figura que una. Brasil no soporta más vivir en la turbulencia y en la violencia. Lula da Silva tiene ese perfil. Tiene el perfil del diálogo. Tiene el perfil de quien mira lo básico, como la pobreza. No se puede olvidar que actualmente 28 millones de brasileños están pasando hambre y muchos están saqueando camiones de transporte para pillar huesos para hacer caldo.

Es deprimente.

─Además, en Brasil ya estamos detectando las secuelas mentales de la Covid-19. Depresión, suicidios de adolescentes y toda una generación que no ha ido a la escuela durante los últimos dos años. Tenemos que destinar recursos para afrontar este problema.

¿Cuándo encontraste la política?

─Siempre pensé que la política no iba a ser mi camino. Nunca he tenido interés. Incluso mi padre me decía que los políticos no eran personas serias. Él tenía un concepto muy negativo de la política. Sin embargo, en la adolescencia empecé a interesarme por la política y por el feminismo. Pero cuando conocí al economista y político Eduardo Suplicy y nos casamos, eso me abrió a otra visión del mundo, pero nunca había pensando en ser yo la protagonista en la política. Por cierto, durante los 37 años que estuve casada con Eduardo, me percaté de lo duro que es la vida de un político serio, que trabaja mucho, que no tiene sábados ni domingos.

Político 24 horas.

─ (risas) Y en Partido de los Trabajadores (PT) más aún. Entonces, yo hablaba: “jamás quiero una cosa así para mí”, aunque admiraba a los políticos que conocía. He conocido a muchos políticos que eran serios, al contrario de lo que mi padre pensaba. ¿Cuándo es que me interesé por la política? Entré en la política con 48 años, bien tarde. ¿Por qué? Porque me percaté de que las dos banderas que había puesto como misión de mi vida, los derechos de las mujeres y la defensa del colectivo LGTBI, no avanzaban, eso después de haber hecho ocho años de TV diaria. Cuando el programa salió de antena yo ya no trabajaba mucho en consultorio como sexóloga. En seguida hice formación en psicoanálisis en la Sociedad Brasileña de Psicoanálisis y empecé a pensar en las cosas que había hecho. Escribí libros. Trabajé en la TV. Todo lo que podría haber dicho yo lo había dicho en TV y en los libros y las cosas no habían cambiado en el sentido de implantar leyes específicas.

Es lo que predomina.

─Sí. Hay una frase de Hillary Clinton, dicen que fue ella quien la dijo y me gusta mucho, que es: “El gran líder del siglo pasado fue Martin Luther King, pero si no fuese por Lyndon para hacer el proyecto de ley de los derechos civiles, el cambio no sería lo que ha sido”.

Es que si algunas no se pasan para el papel es humo literario…

─ Puede ocurrir de colocar en el papel y no conseguir absolutamente nada. En Brasil hay bastante de eso. Ahora, sin plasmar en el papel y hacer la ley no se camina, y no había nadie allí en el PT, el partido al que yo entraría, y fuera del PT menos aún, alguien que fuera hacer esa lucha en el Congreso, ni para las mujeres ni para el colectivo LGTB, como era denominado en los años 90. Entonces pensé: urge hacer eso. Fue importante mi paso por el Congreso porque primero hice leyes de cuotas y después el proyecto de unión de personas del mismo sexo.

O sea, el colectivo LGTBI brasileño tiene una deuda enorme contigo.

─No sé si es deuda. Ellos saben que soy una amiga que siempre ha luchado por sus demandas.

No consigo entender la violencia que hay en Brasil en contra del colectivo LGTBI.

─Es el preconcepto. Es la misma cosa que el preconcepto de raza. Es diferente, pero es igual. Fue así que decidí entrar en la política. Pensé que me quedaría durante cuatro años y volvería a mi vida de antes. Entretanto, cuando estaba pensando en volver a pasar consulta, recuerdo que Lula da Silva me llamó y me preguntó si yo quería ser candidata a gobernadora de São Paulo. Dije que sí pero mi posibilidad de ganar era cero. Dejé de acudir a la segunda vuelta por solo 0,4% de los votos, eso porque manipularon las encuestas, sino habría ganado el plebiscito. Tanto es así que en la elección posterior fui elegida alcaldesa. Yo que no tenía ninguna posibilidad…

¿Qué crees que si nuestro amigo común el publicitario Carlito Maia (1924-2002), que será eternamente conocido como “Filósofo Popular del PT”, estuviera vivo iba decir del actual PT?

─Es difícil decir lo que la cabeza del Carlito Maia haría o hablaría o qué medidas tomaría o como él se posicionaría. Él siempre fue muy radical en su planteamiento. No sabría decirte que tipo de cosas. Él fue un ícono en el PT. Aquella creación suya oPTei fue una cosa maravillosa. ¿Cómo tú crees que él se posicionaría?

Que él iba a ser “crítico constructivo” con el PT. “No estoy de acuerdo contigo, pero te doy un beso”.

─Tipo Sigmund Freud.

¿Eres una persona feliz?

─Sí, aunque  siento que en varios espacios de mi vida podría ser más feliz, sin embargo no soy una persona que mira el retrovisor y se queda mirando el lado negativo. Tengo ese mecanismo de supervivencia. No guardar las cosas malas. Miro siempre adelante. No me gusta ver a las personas sufriendo. Quiero en seguida encontrar una solución para ellas.

¿Qué piensas de que un sector de la izquierda latinoamericana y europea no condenen las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, Nicaragua y Cuba?

─Es inexplicable. Me gustaría entender lo que ocurre para que no existan críticas. As veces que quedo pensando que tengo que entender porque ellos piensan así. ●