Perú y Chile: soberanía o economía

Existieron escaramuzas o malentendidos, pero actualmente peruanos y chilenos están obligados por sus realidades a dialogar civilizadamente, así como lo hacen otras repúblicas, al maniobrar con tacto sus relaciones diplomáticas, y por supuesto económicas, en nombre de la paz, que incide en el futuro de sus pueblos.

Cuando existe controversia y se pide la anuencia de un tercero para dilucidar posiciones, así se trate de la Corte Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones Unidas, el fallo emitido aunque intente ser salomónico tendrá ángulos positivos y negativos, que originarán diversas interpretaciones. En ese sentido cabe esclarecer que la Corte no se pronunció sobre la frontera terrestre pero sí respecto a los límites marítimos.

Unos dirán que Chile perdió 21 mil kilómetros de zona económica, otros que Perú ganó 50 mil kilómetros, pero esa franja de mar fue surcada el último medio siglo por naves que pertenecen a millonarias empresas mapochinas que trabajan con anchoveta y omega 3 y si algo preocupa a políticos, expertos y pesqueros, es conocer a cuánto ascenderá el costo financiero del cumplimiento de una sentencia emitida en La Haya, dentro del Derecho Internacional de Controversias.

Tras el pronunciamiento legal, Perú debe enfrentar las protestas de los pescadores artesanales tacneños que no poseen embarcaciones de gran calado para la captura de perico y pota, lo que evidencia la sensibilidad del aspecto económico, que deja sectores descontentos.

Por otro lado, expertos de las universidades germánicas de Kiel y Bremen sostienen que en el lecho marino ubicado entre estos países limítrofes podrían existir minerales valiosos como: manganeso, hierro, níquel, oro y tierras raras apetecidas por las potencias como China.

Perú y Chile necesitan proseguir como aliados para competir frente al mercado, pues ellos han apostado por el libre comercio mediante tratados con países y bloques económicos del primer mundo y esas decisiones que tienen connotación legal y política son irreversibles.

En Perú existen 300 empresas chilenas, algunas lideran el campo retail y tienen papel protagónico en la sociedad peruana y el primer Acuerdo de Complementación Económica lo firmaron el año 1998. El 2006 aprobaron el Tratado de Libre Comercio que impulsó sus exportaciones e importaciones, incrementándose su movimiento de 500 a 4,300 millones de dólares americanos.

Su intercambio comercial oscila en 3,500 millones de dólares y el año 2013 las inversiones peruanas en Chile ascendieron a 9,550 millones de dólares norteamericanos. En el caso de los inversores mapochinos habrían superado los 10,000 millones y su marco normativo les permite regular transportes, servicios, compras, promoción comercial y procedimientos aduaneros, etc.

Aunque Humala y Piñera han acordado poner en marcha el proceso de aplicación del tratado, habrían surgido voces discrepantes que habrían sugerido modificación constitucional para adecuarlo a la nueva realidad, pero existe el Consejo de Seguridad para velar por la ejecución de estas medidas, aunque se desconocen los mecanismos que adoptan en caso de incumplimiento.

Chile es un país exitoso dentro del panorama internacional, pero en Sudamérica no propició la cohesión, al desertar de la Comunidad Andina de Naciones. Sus relaciones con sus vecinos no han sido auspiciosas y pronto enfrentará la demanda de Bolivia ante La Haya para obtener una salida al mar. Con o sin divergencias, peruanos y chilenos han demostrado que al margen de sus diferencias, su objetivo es desarrollar sus economías, pues están convencidos que ese es el único camino para elevar la calidad de vida de sus habitantes y alcanzar un clima de paz social.

DORA FERNANDEZ

Periodista peruana.