Hace doscientos veinte días la ONU le concedió seis meses de plazo. Por los inexplicables errores del sistema judicial español en el caso de las denuncias y demandas de amparo, para ella y su hija, de la ciudadana española Ángeles González Carreño, víctima por años de los malos tratos y vejaciones de su marido, quien en 2003 aprovechando una visita de su hija Andrea Rascón, de 7 años, impuesta por un tribunal español, la asesinó, suicidándose a continuación.
Con asistencia de prensa extranjera y de diversos medios nacionales de TV, radio y prensa, se informó que desde 2008 han muerto 20 niños a manos de sus padres aprovechando las visitas señaladas por los Juzgados, «una tremenda lacra social derivada del machismo». Pero que ello no obsta para que el 97% de los maltratadores consiga de los jueces, tras informes periciales, visitas a o de sus hijos; cuando sólo el 1% de los jueces españoles recibe formación en temas de igualdad y defensa de los DD.HH.
Ángeles González, apoyada y acompañada en la presidencia por Viviana Waisman, presidenta de Women`s Link Worlwide y de Gema Fernández, abogada senior de WLW, sigue reclamando -desde hace doce años- reparación, compensación o indemnización al Gobierno España. Acaban de ser entregadas centenares de cartas de apoyo a Ángeles al Ministro de Justicia Catalá. Entre ellas de Rosa Montero, Alberto Oliart, Nativel Preciado… La demandante asegura que mientras viva seguirá reclamando la justicia que hasta ahora el sistema judicial español le ha negado.