¿El Premio Planeta se gana o es un encargo?
– (silencio) Yo no me he presentado al Premio Planeta. Fue mi editorial de toda la vida, Seix Barral, quién ha presentado la novela con mi consentimiento. Sí hay encargo, yo no lo sé. Ha habido muchos ejemplos de que es un encargo. Es posible que haya veces que lo encarguen. A mí no me lo han encargado. ¡Vale!
¿Cómo nació “El imperio eres tú”?
– Estaba buscando una historia para hacer en Brasil. Quería volver al país y escribir la historia del español Luis Galvez Rodríguez de Arias (1864-1935), también conocido como el Emperador del Amazonas. Pero, un amigo mío brasileño, guionista de cine y escritor, me dijo que había una historia mucho más interesante que la de Luis Galvez, que era la de Don Pedro I. Le dijé que don Pedro I era demasiado brasileño y que su historia estaba sobreescrita. Sin embargo, él insistió y afirmó que había muchos libros de historia y, sobre todo, muchos libros malos que abordan únicamente sus proezas sexuales. No hay un solo libro que cuente la épica. Le hice caso. Leí todo lo que había sobre don Pedro I. Cada vez que leía, y cuanto más leía, iba descubriendo que era un tesoro que nunca había sido aprovechado bien. Pasé tres años investigando la historia de don Pedro I. ¿Dónde ha encontrado la documentación para escribir esta novela?
– Principalmente en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, porque está todo allí. El rey de Portugal, don Juan VI, en 1808, llevó para el Brasil 60 mil libros de la Biblioteca de Ayuda, de Lisboa. También encontré mucha documentación en el Palacio Nacional de Queluz (Portugal); en la biblioteca de Ayuda, en Lisboa; en la biblioteca particular de mi amigo brasileño Pedro Corrêa do Lago, que me abrió archivos completos dónde habían cartas inéditas de don Pedro I; en la biblioteca del Museo de la Imagen y Sonido, en São Paulo; en librerias de compra y venta de libros antiguos -francesas, portuguesas y brasileñas- y, en particular, en la librería Rio Antigo, en Río de Janeiro, dónde compré muchisímos libros y los envié por barco a España. Mi interés no era descubrir más cosas sobre don Pedro I, desde el punto de vista unicamente de un historiador para historiadores.
Quería dar vida a esta página de la historia universal. Contarla como una novela histórica. Tenía que hacer los diálogos como quien hace una adaptación para la TV de una historia real. Nunca he querido hacer un libro de historia sobre don Pedro I. Por eso, al constatar que algunos historiadores, escritores y periodistas brasileños juzgan este libro como un libro de historia, es sorprendente.