Incertidumbre y revueltas sociales

Por Carmen Chamorro*

La incertidumbre, revueltas sociales con mascarillas y la caída del turismo, grandes males a los que se enfrenta EUROPA “Todo apunta a un deterioro de la calidad de vida”, según la experta en conflictos, Vanessa Abrines

En estos días, los españoles nos despertábamos con un desayuno atragantado desde un comienzo y un listado de  empresas, enviado a los medios de comunicación, por un Ejecutivo que considera “especialmente afectadas por la pandemia”, aquellas que pertenecen a sectores que, entre el 30 de abril, el momento en el que más personas hubo en ERTE, y el 7 de septiembre, han tenido una tasa de recuperación en su actividad, inferior al 65% y además una tasa de afiliados cubiertos por ERTE, superior al 15%.

Bien, pues revisando “esa lista negra” (en la que nunca, ha podido imaginar y menos constatar, entidad alguna), precisamente, destacan las relativas a actividades de los operadores turísticos; agencias de viajes; transporte aéreo de pasajeros; alquiler de medios de transporte aéreo; servicios de reservas y otra actividades relacionadas con los anteriores; hoteles y alojamientos similares; alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia; tipos de transporte terrestre de pasajeros n.c.o.p.; transporte de pasajeros por vías navegables interiores; Transporte marítimo de pasajeros; Alquiler de automóviles y vehículos de motor ligeros y Transporte por taxi. Todas relacionados con el turismo.

Gustavo Egusquiza

El experto en esta materia, Gustavo Egusquiza prevía hace dos meses, no solo esta coyuntura catársica que estoy definiendo sino, las posibles revueltas en las calles de Europa con mascarillas, ante tanto desempleo y descontento social. “Desgraciadamente, la falta de reformas laborales y el intervencionismo en el mercado laboral nos llevarán a un punto de no retorno. En otoño cuando finalicen los Ertes, empiecen a llegar los vencimientos de los ICOs y se vea que los fondos europeos (un rescate disfrazado de ayuda a la reconstrucción) no son suficientes, la población empezará a tomar consciencia de la hecatombe económica que se nos viene encima”. Así iniciaba Egusquiza una entrevista con esta corresponsal, Carmen Chamorro en pleno centro de Madrid.

Una situación, que como explica el experto en Turismo Internacional, se verá agravada por los flujos imparables de inmigrantes que llegarán del norte de África. El Banco Mundial ya advirtió que la pandemia de COVID-19 causará la mayor crisis económica mundial desde 1870 y aumentará la pobreza en todo el mundo y más específicamente en los países del norte de áfrica donde sus economías dependen del turismo. Esto les abocará a migrar en masa hacia pastos más verdes provocando una situación de caos nunca conocida en la historia de Europa.

Para Gustavo Egusquiza, experto en Turismo Internacional, si algo bueno traen las crisis es la necesidad de modernización. Durante años, “España ha agotado, a la extenuación, un modelo obsoleto de turismo de sol, playa y borrachera, que vengo denunciando en diferentes medios”. Un país que está camino de una desertización galopante y donde el turista gasta una media de 440 litros de agua al día tiene un modelo de turismo que no es sostenible a largo plazo. “Los políticos españoles tienen ahora una oportunidad de oro en sus manos,  si bien están más ocupados en mantener sus reinos de taifas que abordar una crisis sanitaria. Una sociedad enferma es una sociedad improductiva”.

Para Egusquiza, no tienen verdadero sentido de estado y encarar la dura tarea de iniciar la reconversión económica que este país tanto necesita. Pero para eso un país necesita estadistas y no políticos populistas.

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS EN LA SOCIEDAD EUROPEA

Por su parte, Vanessa Abrines Bendayan, psicóloga experta en intervención de crisis, hace alusión a los efectos traumáticos a los que la sociedad mundial se va a enfrentar, precisamente, por no estar preparada y vivir de forma cómoda. “No poder planificar con antelación lo que deseamos hacer, nos sumerge en un escenario de gran inestabilidad e incertidumbre”.

Como respuesta, explica la psicóloga Abrines (quien tuvo su incursión profesional de gran éxito en los atentados del 11 M, en la capital Española) se barajan dos vías: la competición y la cooperación. “Un sálvese quien pueda” es muy peligroso, intentar llegar el primero a todo, si bien, mantener la calma apoyando al que lo esté pasando mal es una gran salida”. En definitiva:  todo aboca a un deterioro de la calidad de vida.

Las personas, que acusen tristeza y ansiedad, tendrán que elaborar pequeños planes, a corto plazo, lo que les ayudará, a nivel neurologico y cognitivo.

¿Cuáles serán las consecuencias más inmediatas? Lo impredictible, la inestabilidad, la falta de control, y la necesidad de adaptación a nuevos cánones diferentes a los anteriores, donde la seguridad ya no está garantizada. También, de otra parte, pueden convertirse en oportunidades para reflexionar y estar más en familia, según la experta Vanessa Abrines.

*Carmen Chamorro García, directiva del CIP y ACPE, diplomada en Seguridad y Defensa por SEI.