El fascinante mundo de las abejas de la Sierra de Madrid

Por: María Rosa Jordán

La historia del hombre y las abejas comienza en la prehistoria y sus vestigios se encuentran en una cueva del Levante Español ( Bicorp-Valencia ) datan del Paleolítico Superior, siendo en España donde viven más cantidad de ellas.

La vida de las abejas es ejemplo de solidaridad y de permanente adaptación al mundo en el que viven, su perfecta organización social, lenguaje y comunicación, reproducción, defensa de la colmena, búsqueda y elaboración de alimentos, el conocimiento de los distintos individuos que conviven en la colmena, su entrega y dedicación a favor de la colectividad son tenidos como ejemplo para la sociedad humana.

La naturaleza, no ha dejado nada a la casualidad, ha creado con la abeja un insecto completamente adaptado a los diferentes roles que asume en el seno de la colmena

( por cierto las abejas y los gusanos de seda son de los pocos insectos que se han conseguido domesticar )

Investigadores australianos han descubierto que las abejas pueden distinguir rostros humanos, se les mostraron fotografías en blanco y negro y se les recompensó por los aciertos.

Los científicos de Los Álamos ( USA ) han entrenado a abejas para que detecten explosivos.

La descripción de estos desconocidos y casi perfectos ( Apis mellífera ) la más común, tienen ojos compuestos, muy móviles y muy perfeccionados que les permiten ver en todas las direcciones alrededor de ella, incluso detrás, sus antenas perforadas le sirven de nariz.

Son muy sensibles a los olores, pueden localizar fuentes lejanas de néctar y también comunicarse entre ellas por secreciones olorosas.

Su boca posee dos mandíbulas poderosas que sirven para cortar, pinzar, cepillar, dar forma a las escamas de cera, amasar el propóleo, construir las paredes de los alvéolos y su trompa dotada de lengua retráctil que le permite aspirar hasta lo más profundo de las flores.

La perfección de las patas le facilita,agarrar el polen  en forma de cucharas, y están dotadas de bolsas o cestillas, donde cargan su precioso botín y de ganchos que le permiten colgarse las unas a las otras para formar un enjambre o una cadena de transporte de cera ( el polen les proporciona, proteínas, vitaminas, minerales y grasa )

El abdomen es una especie de reserva donde la abeja acumula el néctar, la miel, el maná y el agua.      Pero las alas, le permite volar en todas las direcciones y batir 11.400 veces por minuto sus alas, girando en todas las direcciones, son poderosos ventiladores, que refrescan también la colmena cuando es necesario, produciendo un zumbido peculiar para comunicarse entre ellas y desplazarse a una media de 22 kilómetros por hora.

Hay más de 19.200 especies de abejas, la mayoría de ellas son insectos solitarios y sólo un 5% son sociales, siendo la abeja melífera europea la más común, en una colmena pueden existir hasta 80.000 obreras, 200 zánganos y una reina, un estudio ha revelado que un solo gen controla la vida social de las abejas.

Los zánganos, abejas macho, sólo viven para aparearse con la reina, si la colmena sufre escasez de alimentos, las obreras los expulsan.

Después del apareamiento, los zánganos mueren por una rotura del abdomen.

La cópula desprende su aparato genital, que queda dentro de la reina y le sirve como espermatóforo o almacén de espermatozoides.

De los huevos no fecundados nacerán los zánganos y de los huevos fecundados nacen las obreras o las reinas.

La reina continua apareándose hasta que reúne más de 70 millones de espermatozoides de diferentes zánganos  ( 15 o más ) que los usarán durante toda su vida ( unos 5 años ) poniendo unos 1.500 huevos diarios y ejerce su control sobre las obreras.

La abeja como la avispa, posee un aguijón, pero sólo pica una vez, en caso de necesidad, para defender su territorio o sus reservas, su aguijón clavado desgarra una parte de su abdomen y muere rápidamente.

Las feromonas sirven por ejemplo para identificar lugares, identificar la colmena, localizar los manantiales de néctar, de lugares durante el vuelo nupcial, emitir señales de alarma, control de la comida, mantener la temperatura y la humedad ideal en el seno de la colmena.

Cada abeja recorre 40 kilómetros visita unas 7.200 flores para producir 5 gramos de miel, siempre una misma especie de flor por abeja.

Los egipcios usaban el propóleo, sustancia resinosa para cubrir y proteger la colmena, para embalsamar.

El veneno de las abejas tiene una actividad antibacteriana mucho más potente que cualquier antibiótico conocido

En acupuntura, el veneno de las abejas se usa como terapia, a los pacientes se les pica con abejas en los puntos de acupuntura, sin embargo, no existen estudios científicos concluyentes sobre sus beneficios, es más se corre el riesgo de reacción alérgica.

Las abejas obreras tienen funciones muy concretas que varían con la edad, los primeros días los pasan como limpiadoras, luego ejercen de niñeras pasando a ser constructoras de la colmena y posteriormente se encargan de almacenar el polen y el néctar.

Las abejas al libar tienen un papel esencial en la polinización, la multiplicación de las especies florales y el desarrollo de los cultivos frutales   ¡ Sin polen, no hay fruta, sin abejas no hay polinización ¡

Citemos las palabras de Albert Einstein: Si las abejas desaparecieran de la superficie del globo, al hombre solo le quedarían 4 años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres…..

EL CANTO DE LAS REINAS VÍRGENES

Durante los seis días previos al vuelo que conducirá sólo a una fecundación segura, las larvas de la abeja reina entonan un canto que recuerda al lamento de los delfines.

Una de las orugas comienza la melodía, lenta y suave, y apenas han transcurrido unos segundos, las demás componen un coro desordenado, un combate a escalas entre voces extrañas.

Las abejas se acarician, se atusan, se peinan unas a otras en un ritual táctil de belleza que transforma su errónea imagen agresiva en una dulzura de mimos , la reina es  constantemente halagada por la corte de doncellas que la acompañan a cada paso, como si el precio de su inmensa fertilidad fuera ser siempre adorada.

Y bailan las abejas la Danza del Ocho, un vals preciso y nada caprichoso con el que marcan el lugar exacto donde debe dirigirse una escuadrilla de hermanas en busca del néctar elegido.

Las reinas se alimentan con jalea real, mezcla de azúcar, proteínas, vitaminas, ARN, ADN y ácido 10-hidroxi-trans-2, segregado por las glándulas mandibulares e hipo faríngeas de las obreras jóvenes. Con polen y miel, alimentan a las recién nacidas, pero también el propóleo les sirve de medicamento.

El Corán ya hablaba de las excelencias de la miel, en Islam se dice que es el remedio perfecto para curar las heridas, antioxidante, cardioestimulante, cicatrizante, digestiva, laxante, antiinflamatorio, antidiarréica, antimicrobiana, las milagrosas propiedades de la miel, tan bellamente expresadas en el Corán y la Sunna hace catorce siglos.

¿ Quién formula las leyes que dirigen la perfección de la colmena ?

La alimentación, la medicina, el arte, el culto a los dioses, la momificación, el alumbrado de la humanidad, no se entendería sin la aportación de las abejas.

Existe un magnífico Museo y Centro de Interpretación de la Colmena, en Colmenarejo a escasos kilómetros de Madrid   www.abejasdecolmenarejo.com