“La predicción es demasiado difícil, especialmente sobre el futuro”. (Neils Bohr, físico danés)
Por Jairo Máximo (texto y fotos)
Madrid, España – (Blog do Pícaro) – Desde que el Gobierno español declaró el estado de alarma con el objetivo de combatir la Covid-19, más de 47 millones de personas constataron como su cotidianidad había cambiado de un día para otro. Confinamiento y distanciamiento social. Son tiempos de emergencia nacional. Hay que seguir a rajatabla las directrices sanitarias.
Del 14 de marzo hasta hoy han pasado más de 40 días de un confinamiento hasta ahora desconocido. Los sacrificios físicos y mentales son enormes, para todos. Eso sin hablar de las pérdidas económicas…
Como una terapia colectiva, diariamente, a las ocho de la tarde, la sociedad aplaude la labor del personal sanitario y la de otros trabajadores, que hacen posible que la vida siga.
“Resistiré, para seguir viviendo, / soportaré los golpes y jamás me rendiré / y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré, resistiré.”, se oye cantar durante los aplausos en los balcones y ventanas de España.
Hasta el primer ministro británico, Boris Johnson, se suma diariamente al aplauso de las ocho, desde del número 10 de Downing Street, su residencia oficial, tras recibir el alta médica después de contagiarse por el maldito virus global, y haber estado bajo los cuidados intensivos de dos sanitarios inmigrantes; un portugués y otro griego.
Luto, dolor y esperanza. La Covid-19 es un virus invisible y letal que ronda territorios transatlánticos. Ha segado la vida de millares de personas en los cinco continentes.
A día de hoy, España cuenta con casi 38.000 sanitarios contagiados y 50 fallecidos. Es el país con más personal sanitario contagiado: 20%. En segundo lugar en la escala de contagiados está el colectivo de los trabajadores de correos.
En Valencia, Ximo Puig, presidente de la Generalidad Valenciana, pidió “perdón” públicamente a los sanitarios por la carencia de material sanitario.
“Este tsunami nos ha sobrepasado a todos”, declara.
El loco de la colina. Mientras tanto, en Estados Unidos, el presidente Donald Trump, aseguró en una de sus desatinadas ruedas de prensa que la Covid-19 podría tratarse con “inyecciones” de desinfectantes en el cuerpo de los pacientes. Estupefactos, inmediatamente, los médicos estadounidenses alertaron a la nación: “Por favor, no coman detergente ni se inyecten desinfectante”.
La Covid-19 está condicionando la vida en todo el planeta. Es un virus desconocido del que aún no se ha descubierto todas sus características ni cómo combatirlo eficazmente.
“Se comporta de forma extraña. Me sorprende cada día. Da miles de problemas. Afecta a la coagulación, la piel, genera problemas neurológicos, trastornos hematológicos, infartos asociados, ictus… Incluso en pacientes jóvenes y sanos”, explica el médico español Juan José Rubio, jefe de Servicios de Cuidados Intensivos de la Comunidad de Madrid.
El Otro. En el libro Encuentro con el Otro, el reportero, historiador y escritor polaco Ryszard Kapuscinski (1932-2007), afirma que tenemos que entender y respetar al otro. “El encuentro con el Otro, con personas diferentes, desde siempre ha constituido la experiencia básica y universal de nuestra especie”, decía él.
En estos momentos en los que todo el país respeta las normas del confinamiento y el distanciamiento social, encontramos personas que intentan saltárselas. Actitudes incivil que son una afronta a la ciudadanía.
Según los datos publicados por las fuerzas policiales, después de 42 días de confinamiento, fueron notificadas más de 740.000 propuestas de sanción a los infractores pillados in fraganti en todo el territorio nacional. Una media de 18.000 sanciones diarias. La ley prevé que se sancione con 601 euros a quien esté en la calle sin motivo justificado.
El listillo que se considera inmune. La señora que baja para ir a la compra cinco veces al día. El dueño del perro que le saca diez veces al día para hacer sus necesidades. La familia que quiere desfrutar de la primavera en la segunda residencia. El ciudadano Mariano Rajoy Brey, expresidente del Gobierno, que corre alegremente por las calles de su barrio. Todos olvidan el lema de alerta: “Quédate en casa”.
En proporción con el número de habitantes, afortunadamente son pocos los infractores.
Reflexión. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, considera que las protestas en Brasil y en Estados Unidos en contra de la cuarentena “no van a ayudar” en la lucha global contra la pandemia. Ambos mandatarios –Bolsonaro y Trump− colocan leña en el fuego.
Por el momento, el distanciamiento social, la utilización de mascarillas y la higiene de manos, ya es la nueva cotidianidad; hasta segunda orden.
La vida y la salud es lo primero; no hay salida. Solo una vacuna salvará a todos.
28 de abril de 2020. Parte médico. Hasta el momento España cuenta con 210.773 contagiados; 23.822 fallecidos y 102.548 recuperados. En el mundo, según la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, hay 3.023.795 contagiados, 211.517 fallecidos y 876.290 recuperados.
Resistiremos.●
Varias calles de centro de Madrid vacías al mediodía del domingo 19 de abril.
