Dicen que “a grandes males, grandes remedios”. Como demócrata él sabe que su cuota de poder se ha reducido. Los republicanos en enero representan poder en el Congreso, pero Obama estará dos años en la Casa Blanca, aunque esté obligado a andar con pies de plomo y meditar cada paso o decisión que deba tomar. Esa certeza lo habría impulsado a afinar su estrategia durante el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) en Beijing frente a Xi Jinping.
En ese reencuentro Obama demostró sus dotes de político sagaz al lograr un entendimiento histórico para el libre comercio y el compromiso de la economía china para reducir los aranceles que gravan los productos utilizados en la Tecnología de la Información. De concretarse generaría un billón de dólares en la comercialización de mercancías vinculadas al TI.
El mandatario aprovechó la coyuntura del evento que concitó el interés mundial y propuso una red neutral de internet que asegure un trato democrático a los usuarios, y es indudable que pensó en sus electores porque la comunicación es la vía de desarrollo dentro de la globalización. La gente avala la democracia pero cuando hay crisis piensa en cuánto entra o sale de sus bolsillos, es determinante para bienestar de su familia.
Estados Unidos y China se disputan el liderazgo del comercio internacional en lo que corresponde a niveles de importación y exportación. Según OMC el año 2013 China logró el primer lugar con $2,209 millones en exportaciones, Estados Unidos la secundó con $1,580 millones. El resultado de las importaciones estadounidenses fueron $2,329 millones y las de China alcanzaron los $1,950 millones, evidenciando una balanza comercial desfavorable para Norteamérica. Sin embargo, la economía norteamericana no es frágil y así lo demuestra el ranking mundial de servicios donde prosigue siendo imbatible y el primero a nivel mundial.
Las estadísticas del comercio mundial son decisivas, porque tal como lo sostiene el líder de la OMC Roberto Azevedo, “el comercio puede cambiar la vida de las personas”. Existen muchos factores y cada medida adoptada por un gobierno incide en la economía. Cuando el gobernante de un país recorta o congela los sueldos de sus trabajadores, está limitando la producción y comercialización de mercancías porque su población no tendrá capacidad de consumo.
El presidente norteamericano ha perdido una batalla, pero todavía no ha perdido la guerra. Por supuesto que no será fácil. Pues la oposición ha obtenido el empoderamiento mediante el Congreso y existen multimillonarios grupos de poder que usarán todas las herramientas a su alcance al ver afectados sus intereses como proveedores de internet y será criticado porque existe libre mercado.
Obama acaba de dar un paso decisivo al anunciar la legalización de casi 5 millones de inmigrantes que vivían bajo la amenaza de ser deportados, porque pese al veto republicano, el Presidente no ha olvidado que fue encumbrado gracias al voto de esta comunidad. Esta medida ha sido dada por decreto, dada su formación jurídica él sabe que no puede trasgredir las normas que dicta la Constitución. La oposición será dura e intentará bloquear tanto la reforma sanitaria como esta tregua que les dará un respiro a millones de familias. El no estará solo, políticamente cuenta con la solidaridad de varios alcaldes y será importante el rol que cumpla el pueblo. Será un tiempo de prueba pero recordemos que todavía varios millones esperan porque se produzca otro milagro.
Dora Inés Fernández
Socia de ACPE
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