Miradas reflexivas del Norte y del Sur sobre la crisis europea y global

 

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El Instituto Iberoamericano de Finlandia  ha organizado en Madrid  hoy  5   de octubre  y lo seguirá  haciendo mañana 6 un seminario hispano-finlandés  bajo el título Miradas del Norte y del Sur sobre la crisis Europea y global, El objetivo es  analiza rlas diferencias y coincidencias en las perspectivas norte-sur respecto a las diversas crisis que se producen en Europa y en Latinoamérica.

Ponentes llegados de Chile, Finlandia y España están reflexionando  desde el punto de vista socio  -político o antropológico aspectos relacionados con la crisis con la intención de construir puentes de diálogo y de comprensión entre diferentes contextos culturales.

Han insistido en que «La posición tanto individual como geopolítica del observador afecta a sus conclusiones y criterios y el seminario expone el interrogante de cómo la mirada de los investigadores y especialistas llegados de varios puntos del planeta afecta el análisis de la crisis.»

Unas jornadas  intensas  repletas de contenidos que  no solo manejan con solvencia profesional los ponentes sino  los asistentes han aportado  diversos puntos  de vista  para animar a un análisis más amplio y desde posturas  diferentes  a las  que se vienen tratando habitualmente en los medios.

 

Sin embargo hoy se ha cerrado la primera parte con  quien debía estar presente,  pero el destino cambió el rumbo  y nos  ha dejado sus palabras escritas que reproducimos a apenas unas  horas de su muerte.

 

Aspectos de la crisis y la seguridad desde el Norte y Sur 

Definición

Los anglosajones siempre empiezan una charla con un chiste y los alemanes con una definición. Mis chistes son tan malos que yo prefiero empezar con una definición.

¿Qué es una crisis? ¿Cuál es la diferencia entre una crisis y un problema? Pensé que nunca me podría quejar de que el motor de mi coche tiene una crisis sino más bien un problema.

Es decir, una crisis es un problema sistemático en un sistema complejo. Una crisis se puede también definir como un cambio negativo e inesperado en un sistema complejo, como por ejemplo la crisis financiera del 2008.

La crisis

Vamos a ver las reacciones desde el Norte y Sur a la crisis financiera del 2008 que se convirtió en una crisis económica y que sigue vigente en la actualidad. Norte en este caso significa Europa y más específicamente la Unión Europea y el Sur, América Latina.

En la Unión Europea la crisis se desarrolló como un problema económico, falta de competitividad y de crecimiento. Al mismo tiempo algunos países de la zona euro cayeron en una profunda deuda amenazando el futuro de la moneda única. Particularmente este fue el caso de Grecia. Para colmo, las guerras en el Medio Oriente y la pobreza en África causaron una ola de refugiados e inmigrantes nunca visto en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. La integración europea que, por lo menos las élites habían considerado como indetenible, sufrió un golpe con los problemas del euro, el no cumplimiento de las reglas del tratado de Schengen y el referendo sobre la salida del Reino Unido de la Unión.

No voy a ir más allá en el desarrollo de las crisis simultáneas; vosotros ya lo conocéis mejor que yo.

La reacción inicial en América Latina a la crisis financiera y luego a la crisis económica, fue un alivio: “Esta vez no somos parte del problema, somos parte de la solución”. Las economías latinoamericanas salieron bien de la recesión de los años 2008 – 2009, salvo algunas excepciones (principalmente, Argentina y Venezuela). Mientras la economía mundial bajó en 2009 más de dos por cien, la economía brasileña tuvo un crecimiento cero; el año siguiente el crecimiento mundial fue un poco más de un por cien, y el de Brasil 7,5 por cien. El crecimiento del Perú fue 2009 casi un por cien y 2010 ya casi ocho por cien y de Chile 2008 menos un por cien y 2010 casi seis por cien. Era entonces: China todavía creció y los precios de commodities estuvieron altos. Por ejemplo, el precio del cobre por libra tocó los cuatro dólares y hoy está un poco más de dos dólares.

Los periódicos escribieron mucho sobre los problemas con el euro y del rescate a Grecia por sus deudas que tuvieron que pagar los países europeos. En los medios chilenos, Finlandia tuvo el honor de ser el país menos solidario, por la actuación del partido populista, los llamados Auténticos Finlandeses, y por exigir una garantía a Grecia por el dinero prestado.

Durante la crisis europea de la moneda unida, América Latina tuvo sus propias crisis, la más severa en Venezuela: constitucional, democrática, económica. Las organizaciones americanas (OEA, UNASUR, CELAC) no reaccionaron y tampoco la mayoría de los países. Es una tradición latinoamericana no intervenir en asuntos domésticos de los vecinos, aunque durante las dictaduras militares los países de “izquierda” lo hicieron. En Venezuela fueron precisas unas elecciones ganadas por la oposición y un nuevo Secretario General de la OEA, antes de que la organización reaccionara.

Lo que es similar en ambos continentes, es que las crisis en su propio continente cubren mucho más en los medios de comunicación (una excepción es España donde los periódicos más importantes escriben sobre lo que pasa en América Latina). También las declaraciones oficiales de los gobiernos se concentran más en las crisis de los vecinos: en Argentina, el impeachment de la Presidenta de Brasil; en Brasil, en las elecciones de Argentina; en Chile en ambos acontecimientos. Está claro que las elecciones (primarias) en EE UU también mostraron interés.

En Europa la crisis del euro fue tan profundo que la mayoría de los países (por lo menos de la zona euro) reaccionaron. Fue casi la primera vez que un país (Grecia) fue amenazado con la posibilidad de ser expulsado de la Unión. Los países “del norte”, Alemania, Los Países Bajos y Finlandia, no ahorraron palabras para caracterizar a Grecia y los griegos como despilfarradores. El Ministro de Finanzas griego fue el hombre más detestado en el norte. La discusión era excepcional en la UE por ser tan personal.

Las novedades sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) fueron más analíticas en América Latina: se hablaba de las dificultades para Reino Unido y Unión Europea – y también lo que significa el Brexit a su país. Por ejemplo, El Universal de México publicó (26.8.2016) un artículo, “Ante el Brexit, Reino Unido buscará un TLC con México”. En Europa los países de la Unión y la Comisión anticiparon dificultades para el Reino Unido por falta de los Tratados de Libre Comercio.

En todos modos, los acontecimientos en América Latina fueron tan importantes (impeachment de Dilma, elección de Macri y la situación en Venezuela después de las elecciones parlamentarias) que en los medios de la mayoría de los países en Europa se escribió sobre ellos.

La seguridad

En América Latina faltan conflictos abiertos entre los estados y el continente es sorprendentemente pacífica aunque haya problemas con las fronteras, por ejemplo el sueño de Bolivia alcanzar al mar, la delimitación marítima entre Chile y Perú y las isletas entre Colombia y Nicaragua. Pero estas cosas se resuelven en el Corte Internacional de la Haya, no con armas.

El riesgo mayor en América Latina ha sido los ejércitos de los países mismos (por ejemplo las dictaduras crueles en Argentina, Brasil, Chile) o guerrilleros (Centro América), para resolver problemas sociales y políticos. Hace unos días conocíamos la noticia del resultado del referendo en Colombia para acabar el conflicto armado más largo de América Latina. Lamentablemente la población de Colombia rechazó la solución.

La inseguridad viene de la mala administración y de la corrupción. Además existe la desigualdad económica y social que se ve fortalecida por una educación desigual en las escuelas y las universidades.

En la Unión Europea tampoco no hay problemas de seguridad militar entre estados. En toda Europa la actitud mostrada por Rusia es problemática. Rusia ha anexado la Península de Crimea y respalda a los rebeldes en el este de Ucrania con tropas. Todos los que estuvimos cerca de la cumbre de la CSCE en 1975 (Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa) nos acordamos que los principios de “Inviolabilidad de las fronteras” y “Integridad territorial de los Estados” fueron sine qua non para la Unión Soviética.

La guerra asimétrica de terrorismo golpea en diferentes partes de Europa pero no es una guerra entre estados sino los valores de la Unión y los yihadistas. Es difícil combatir el terrorismo porque en la mayoría de los países occidentales hay grandes y crecientes poblaciones de musulmanes entre las cuales los yihadistas reclutan sus “combatientes”.

La conclusión

Mi conclusión es que una crisis es un problema sistemático, de sistemas complejos. En América Latina y Europa la conversación se concentra en vecinos, aunque los acontecimientos grandes tienen lugar en los medios y declaraciones oficiales en otras partes. La crisis se define un poco diferentemente: en América Latina son las elecciones, las dificultades económicas o sociales y las dificultades de políticos por corrupción aunque en Europa también existen países corruptos y mal dirigidos. En la Unión Europea una crisis a menudo se trata del futuro de la Unión o su moneda común. No por nada dijo José Antonio García Belaunde, diplomático y Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, que “no hay Bruselas en América Latina”.

El terrorismo yihadista o islamista ha golpeado Estados Unidos pero en muchos años no América Latina; el más grave fue en 1994 en Buenos Aires.

La inseguridad en América Latina es más económico y social en el nivel individual: en todos los países hay gente marginalizada: pequeños agricultores, habitantes de los barrios de las grandes ciudades, pueblos indígenas. Son problemas sistemáticas por que el sistema no puede desarrollar sin la resolución de estos problemas. Los problemas entre los estados se resuelven pacíficamente. Yo no veo un golpe militar amenazando en ningún país pero un levantamiento popular es posible aunque no probable. La probabilidad es más grande en Venezuela si el gobierno no cede y transfiere el poder al Parlamento que es el poder elegido por el pueblo.

La Unión Europea padece de múltiples problemas, entre ellos la posibilidad de disolución de la Unión, la inmigración no controlada y el terrorismo.

La respuesta ha sido fortalecer el sistema bancario y no cumplir con el Tratado de Schengen. (No solo la conservador Hungría construye vallas sobre sus fronteras sino la tradicionalmente liberal Suecia ha reestablecido los controles de pasaportes.) El mayor problema es que los países europeos rechazan sus valores de derechos humanos y libertad de expresión por el terrorismo: luego los terroristas han ganado.

 

 

Ilkka Heiskanen
Embajador Emérito de Finlandia
Profesor Asociado, Universidad Nebrija

05.10.2016