Miguel Ángel Estrella: Música y Derechos Humanos.

Redacción Sully Fuentes y Carmen  Chamorro          Corresponsales  para América LATINA


EL GOBIERNO ARGENTINO ENSALZA LA FIGURA DEL PIANISTA MIGUEL ANGEL ESTRELLA DESDE MADRID

Por Carmen Chamorro García, periodista de ACPE y miembro de ADESyD

Con motivo de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la embajada de Argentina en Madrid contó con la visita de Miguel Ángel Estrella, pianista clásico y embajador argentino ante la UNESCO, nacido en Tucumán. Este referente de la cultura, sociedad y política de Argentina, dedicó un emotivo recuerdo a sus dos años de secuestro y dura tortura por paramilitares en Uruguay, en los que la fuerza por sobrevivir se la daban sus propios muertos. “Soy profundamente creyente de Dios Padre y del movimiento político de izquierdas; los susurros de mi fallecida esposa paliaban tanto horror”.

El pianista de reconocido prestigio internacional detallaba en un ambiente más parecido al realismo mágico de la novela de Julio Cortázar que al discreto ámbito diplomático de una rueda de prensa, que el 15 de diciembre de 1977, fue víctima de la “Operación Cóndor”, por ser considerado subversivo del orden instaurado, incompatible con las dictaduras militares de la Región, cuando lo único que pretendía era llevar la música y el sentimiento más puro del arte a las clases desfavorecidas como los indígenas. “Gracias al gobierno de Néstor Kirchner y su esposa Cristina Fernández pude reencontrarme a mí mismo”.

Este solidario artista, nada convencional, luchó desde joven por la defensa de la cultura originaria y la música como sello universal y efecto sanador, “que limpia el alma y combate la discriminación, en la creación de un mundo más equitativo y sin fronteras”, siempre percibiendo signos del más allá que le ayuden a ser mejor persona. Imperativos como escribir al Papa Francisco este pasado 15 de diciembre o continuar con el Plan, “Un niño, una promesa” (territorios ocupados de Palestina) le muestran que su gran preocupación cotidiana es fomentar la música para salvar la dignidad del ser humano.

Estrella quiso desarrollar una actividad socio-musical en los lugares marginales y desfavorecidos de su país.  Reseñaba que el indígena es pueblo sabio de América Latina, que canta a la Madre Tierra. “Aprendí de él, el humanismo y gran sentido de la gratitud del alma”. Por lo que a partir del año 1982, Estrella, fundó un movimiento contra la tortura y el apartheid, “Música Esperanza”. De forma paralela a su carrera como pianista,  Estrella puso la música al servicio de la comunidad, con la idea de defender los derechos artísticos de los músicos y ayudar a los más humildes a través de la misma.

El pianista que abrazó una» humanidad sin recursos» con el » tesoro de su música».

Por   Sully Fuentes

Miguel Ángel Estrella , el «Macondo argentino», o el «Chango que toca el piano» como él mismo se autodefinió  se presentó en MADRID cuando marzo abandonaba sus días. Así  le reconocían cuando visitaba  las entrañables comunidades indígenas de su país,  con la feliz decisión   de contagiar con su sensibilidad y poder creativo  a los que más lo necesitaban .

Lo hizo con el apoyo de la Embajada de ARGENTINA en España, el Ministerio de Educación de la Presidencia de la Nación (Argentina) y la Biblioteca de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde.

El recital que ofreció -este virtuoso  pianista- a más de un centenar de espectadores en el Auditorio del Colegio Mayor Argentino de MADRID fue aplaudido efusivamente  por quienes disfrutaron una   exquisita y didáctica selección musical. Con esa locuacidad lenta y cromática que da, el haber vivido intensamente las luces y las sombras de la Vida, fue tejiendo sus relatos con la música de CHOPIN y LISZT. Sin que faltara esa “clase magistral” que de pronto lo crece y lo eleva mientras explica a su público cómo las emociones, los sentimientos y los estados de ánimos viven en la música. Sus dedos se moldearon para conjugar blancas y negras en un teclado que interpretaba la maldad, la tristeza, el enamoramiento, la alegría, la pasión y el miedo.

También hizo un guiño conmemorativo al primer centenario de su inolvidable paisano el escritor Julio CORTÁZAR con la milonga “Canción sin Verano” con los arreglos del propio pianista

Miguel Ángel Estrella comenzó a tocar el piano a los doce años en la ciudad donde ha nacido: San Miguel de Tucumán. Este talento, que cultivó a lo largo de su vida, se despierta cuando su madre lo lleva a escuchar un concierto de Chopin. Cuando logra la mayoría de edad sigue sus estudios en el Conservatorio Nacional de la ciudad de Buenos Aires.

De ahí a París, Francia, Bélgica e Inglaterra donde será alumno de grandes figuras de ese momento como Vlado Perlemuter, Yvonne Loriod, Marguerite Long y Nadia Boulanger. Según Nadia Boulanger quien le formó en e l periodo 1969-1972: “ Miguel Ángel Estrella es un músico nato, su interpretación se caracteriza por una enorme economía, una potencia contenida, un gusto infalible, una absoluta autenticidad y un rechazo del énfasis. Miguel Ángel es un admirable pianista, pero es también y ante todo un poeta”.

Nuevamente en Argentina siguió presentándose en grandes teatros del mundo pero alternándolo con la labor artística a grupos más desfavorecidos. Siempre buscó hacer llegar la música a los grupos sociales más «carenciados» porque ha creído que esta disciplina fortalece la ética, y desarrolla nobles habilidades que dan al ser humano un placer estético único. Inclinación que no fue siempre bien interpretada. Por lo que debió exiliarse en 1976 en Montevideo  a raíz de las persecuciones de las que fue objeto por parte de la junta militar existente en su país . Secuestrado y torturado por grupos paramilitares en Uruguay, fue liberado gracias a la presión internacional ejercida por artistas y pensadores de renombre mundial.

Se le conoce también por su forma de encarar la vida que se hace visible en esa amplia sonrisa que le define, y por la lucha incesante por los derechos humanos así como incansable difusor de la música como instrumento de defensa de la dignidad y un distintivo inconfundible del alma humana.

Por esta razón el 10 de diciembre de 1982 fundó el movimiento humanitario internacional «Música Esperanza» para poner la música al servicio de todos los pueblos, para enaltecer la dignidad de cada persona, defender los derechos artísticos de los músicos y ayudar a los más desamparados. Desde 1992 “Música Esperanza“ es una ONG reconocida por la UNESCO pero no es una más. Es la plataforma para aquellos valores que algunos hombres van perdiendo en el rodaje de la existencia y para acercar la luz a aquellas personas que inmersas en dramas personales o existenciales no ven un horizonte cargado de estrellas… y nunca mejor dicho con una “estrella” de nombre Miguel Ángel.

El gobierno de Francia lo distinguió con el nombramiento de «Caballero de la Legión de Honor». Las Universidades Charles de Gaulle, Católica de Lovaina y Nacional de Tucumán lo distinguen con el doctorado Honoris Causa. Es por otra parte Comendador de la Orden de las Artes y las Letras otorgado por el Ministerio de Cultura Francés. Es el embajador argentino ante la UNESCO desde 2003. Recibió en 2013 una distinción del Senado por su carrera artística y su defensa de los Derechos Humanos.

En una muestra más de su fiel vocación por la Diversidad y la Integración en el 2002 el Rey de Marruecos le otorgó el «Premio de la Paz» por su labor a favor de la infancia al haber creado la Orquesta de la paz con cuatro decenas  de niños pertenecientes a tres religiones diferentes: cristianos, musulmanes y judíos.

En 2012 y 2013 ha sido miembro del jurado del «Tribunal Russell sobre Palestina».
Vive en Europa pero nada le cuesta recorrer aeropuertos con destino a cualquier punto de Medio Oriente, África o América Latina.

Sobre él, se han escrito muchos artículos. Es referencia en varios libros y en 2010 se estrenó el film El Piano Mudo, bajo la dirección de Jorge Zuhair Jury, basada en su vida.

Ha conmovido a muchas de las “villas miserias“ del mundo, por esa capacidad tan solidaria de acercamiento y entrega a través de algo tan mágico como la música culta. Y eso que muchos no creen que seres tan excluidos puedan emocionarse con composiciones extraordinariamente artísticas. El ser humano tiene un potencial interior tan rico que nunca deberíamos juzgar sus limitaciones.

En este recital – con merecida trayectoria -se le hizo entrega del diploma acreditativo de su nombramiento como Miembro de Honor de la biblioteca de Derechos Humanos Eduardo Luis Duahalde.

Las vueltas de la vida… Hoy el recuerdo de Montevideo atado al secuestro, la tortura y el desprecio, que Miguel Ángel guarda en su memoria, ya lo puede cambiar por el  reconocimiento que le hicieron los uruguayos de «Ciudadano ilustre de Montevideo »  al tiempo que  les regalaba un emotivo concierto de piano en el gran Teatro Solís.  Todo llega  !!!.