Día iberoamericano del mate

 Día iberoamericano del mate

Una  sana infusión que une ancestrales raíces culturales.

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Monumento al mate en Uruguay

Ruta del mate

Angela G. del Moral

 

Recuerdo la primera vez que probé mate. Difícil no recordarlo. Fue en el año 2000, frente al glaciar Perito Moreno, en la Patagonia argentina.  Desde el Calafate viajé con un grupo de argentinos y chilenos hasta ese fantástico lugar y mientras nos acercábamos con el barco a la enorme pared de hielo, María, una argentina, me invitó a beber aquella hierba que en principio tiene un sabor amargo, pero que conforme se va añadiendo agua, va endulzando la bebida. Creo que cada dos o tres minutos me ofrecía su bebida, y yo le contestaba «el mate me va a matar»… Nada más lejos de la realidad. Ese día no solo probé una rica bebida, sino que descubrí que beberla es un rito de socialización. Su consumo, producción y tratamiento es tan sorprendente que Argentina ha creado el Instituto Nacional de la Yerba Mate.

Hay quien dice que el conocido como «té de los jesuitas», es la bebida iberoamericana por excelencia, porque se consume en varios países, principalmente Argentina, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil, aunque en las últimas décadas se ha extendido a otros países sudamericanos y con la emigración se toma en países europeos y en Estados Unidos. Cuatro siglos después de que los guaraníes mostraran las excelencias de la ilex paraguariensis a los jesuitas españoles, el mate ha pasado a tener una jornada propia. El gobierno argentino ha proclamado el 30 de noviembre como día mundial de la yerba mate.

Después de cuatrocientos años, el consumo de esta planta está tan diversificado, que no solo se bebe, sino que también se cocinan productos basados en sus hojas y se fabrican jabones, productos de cosmética, hierbas medicinales o refrescos. A esta planta se le conceden propiedades antioxidantes, vitamínicas, y se le considera un energizante, sin los inconvenientes de la cafeína, y reductor del colesterol malo.

Ligada desde hace siglos a la cultura gaucha, es una bebida social, «que ahuyentó la soledad de los gauchos», porque lo mejor de esta infusión es que se bebe en compañía. Es un detalle de cortesía, y «si te ofrecen mate, no puedes decir que no quieres, tienes que tener una razón muy fuerte para rechazarlo», explica Rita Bared de Curtis, secretaria primera de la embajada de Brasil en Madrid. En Uruguay, es muy difícil ver un lugar donde no haya hierba mate y termo. Se calcula que cada uruguayo toma anualmente unos 100 litros de esta bebida. Para producir un kilo de yerba mate, se necesitan 3 kilos de hoja verde, porque en el proceso de elaboración se seca la yerba mate, con la consiguiente disminución de peso.

Ritual del mate

No existe ninguna duda de que el mate es una bebida social, se toma en compañía, se comparte. Es un ritual que está presente en todos los aspectos de la vida. Cada país lo consume de una manera diferente, en Paraguay se toma frío, en Brasil en polvo, en Uruguay, es habitual acompañarlo con pastas y se ingiere con agua caliente, igual que en Argentina.

 Día Iberoamericano del mate  y   Directivos  de ACPI   de Argentina y Uruguay  Foto de  María Rosa Jordán
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